José Gálvez Sanjuan, acusado de matar a sus nietos y luego suicidarse

José Gálvez Sanjuan, de 72 años, presuntamente disparó a uno de sus nietos en la espalda o el costado, y asfixió al otro, según la autopsia. Estos sucesos ocurrieron entre las 10 de la noche del domingo y las 8 de la mañana del lunes en la residencia de Gálvez, en Huétor Tájar, Granada.

Tras la intervención de la Guardia Civil, que duró 11 horas, Gálvez se suicidó con su escopeta de caza. Los vecinos del pueblo se muestran conmocionados y tratan de comprender los motivos que llevaron al abuelo a cometer estos crímenes.

Antecedentes de un suceso trágico

Un hecho crucial que pudo influir en la tragedia fue un accidente de tráfico ocurrido dos meses antes, en el que fallecieron la esposa e hija de Gálvez, abuela y madre de los niños, respectivamente. Los menores resultaron heridos, mientras que Gálvez salió casi ileso, pero quedó emocionalmente destrozado.

El dueño de un café local señala: "¿Por qué le quitaron el carnet de conducir, pero no hicieron lo mismo con la licencia de armas?" Gálvez tenía permiso de armas y una escopeta de caza, cuya licencia renovaba y cuyas armas eran revisadas cada cinco años, según la normativa.

Sin embargo, dicha normativa establece que "las personas cuyas condiciones psíquicas o físicas les impidan su utilización no podrán tener ni usar armas". En los meses posteriores al accidente, Gálvez se encontraba hundido psicológicamente y se culpaba por lo sucedido, según afirman sus conocidos.

El detonante de la tragedia

El domingo, el padre de los menores, Antonio, comunicó a su suegro su intención de abandonar la vivienda que compartían, junto con sus hijos. Esta noticia pudo desencadenar la ira de Gálvez, quien presuntamente sacó su escopeta y amenazó a su yerno, obligándolo a abandonar la casa.

La intervención policial

Aunque Huétor Tájar cuenta con un puesto de la Guardia Civil, solo permanece abierto de 8 de la mañana a 2 de la tarde. El dispositivo más cercano disponible las 24 horas se encuentra en Loja, desde donde acudieron los primeros agentes.

Gálvez recibió a los agentes con dos disparos de escopeta. Antonio, el padre de los niños, permaneció toda la noche en el exterior de la vivienda, siguiendo las negociaciones. Horas después, un nuevo grupo de agentes llegó desde Madrid e ingresó por la fuerza en la residencia, pasadas las 8 de la mañana.

Varios vecinos aseguran haber escuchado un disparo poco después de que Antonio abandonara la vivienda, lo que pudo acabar con la vida de uno de los niños. La autopsia determinará la hora exacta de los fallecimientos.

Antonio, padre de los menores fallecidos, se encuentra ingresado en el Hospital San Cecilio de Granada.