Comienza el juicio por el asesinato a tiros de un cliente en una discoteca ilegal de Valladolid
Quién
R. A., de 44 años, es el principal acusado del asesinato de B. L., de 27 años, en la discoteca ilegal La Fiestuki, en La Cistiérnaga (Valladolid), el 1 de agosto de 2022.
Qué
R. A. se ha defendido en la sala asegurando que el asesino fue otra persona, quien le entregó la pistola tras dispararle a la víctima, pero no quiere revelar su identidad porque le tiene "pavor".
Cuándo
El juicio comenzó este martes en la Audiencia Provincial de Valladolid.
Cómo
La Guardia Civil señala que el lugar caótico "La Fiestuki" sirve de oasis para personas en busca y captura.
Dónde
La discoteca ilegal La Fiestuki ocupa el mismo espacio que un antiguo mesón, La Tía Pepa, precintado por la policía local de la localidad, pero los fines de semana resucita, obviamente sin permiso, como sala de baile.
Contexto
La Fiscalía pide 21 años de prisión para R. A. en un proceso celebrado con jurado popular. Junto a él fue detenida su pareja, C. S., responsabilizada también de posesión ilícita de la pistola con la que se habría disparado el tiro.
Testigos
Testigos de cargo
- Dos testigos protegidos afirman que R. A. fue el autor de la muerte.
- Uno de los testigos protegidos es amigo del acusado y asegura que este se disculpó por haberse llevado el coche en su huida y le dijo que se había defendido con la pistola.
- El otro testigo protegido es una mujer que escondió a R. A. en su casa mientras este era buscado por la policía.
Testigos de descargo
- Dos trabajadores de La Fiestuki y el dueño niegan que R. A. accionara el gatillo.
- La mujer detenida ha admitido haber escondido en su casa a R. A. mientras este era buscado por la policía, pero ha negado haber presenciado el crimen.
Declaración del acusado
R. A. ha centrado su declaración en su adicción a la cocaína, la presencia de un supuesto tercer sujeto causante de la muerte y hacia quien siente "pavor" y al hecho de haber guardado el arma presuntamente homicida.
Peligrosidad del acusado
Los guardias civiles, al arrestarlo, incidieron en la "peligrosidad" del acusado, quien había aplicado "medidas de autoprotección extremas para evitar ser descubierto en un domicilio de un barrio de Salamanca donde permanecía oculto desde la comisión del homicidio."
Conclusión
El jurado popular tendrá que decidir si cree la versión del acusado o la de los testigos protegidos.