Junts da marcha atrás y retira la ruptura con el PSOE
La amenaza de romper con el PSOE se cae del congreso político de Junts per Catalunya. El partido ha retirado a última hora una enmienda que reclamaba "dar por roto" el pacto de Bruselas con los socialistas, un acuerdo que fue clave para posibilitar la investidura de Pedro Sánchez y que sirve de pauta para no hacer descarrilar las relaciones entre Junts y el PSOE.
En los días previos al congreso se hizo llegar una enmienda para dejar por escrito que Junts no se siente vinculado con la "gobernabilidad de España" y que, por lo tanto, el partido dará por roto el acuerdo firmado en noviembre del año pasado en la capital belga. "Sin resultados no hay pacto", rezaba el texto, retirado a última hora.
A la espera de la intervención, telemática, que haga Carles Puigdemont este domingo, Junts evita meter presión pública al Gobierno y tensar la relación, en un momento en que se negocian los presupuestos mientras sigue pendiente el despliegue de la ley de amnistía y hay conversaciones por el traspaso a la Generalitat de las competencias en inmigración.
Junts se presenta como la "alternativa" al Govern de Salvador Illa y pretende posicionarse en el tablero electoral como un sólido contrincante para el PSC. La táctica de la polarización no es nueva, ya la empleó Carles Puigdemont durante la campaña por las elecciones catalanas del 12 de mayo, cuando se publicitó como el único candidato capaz de competir de tú a tú con Illa. La estrategia le salió regular, porque Junts logró quedar por delante de Esquerra Republicana pero la apuesta del Todo por Puigdemont no sirvió para seguir la estela a Illa. El escrutinio dejó a Junts con 35 escaños, siete menos que los logrados por el PSC.
En su argumentario para volver a la Generalitat, y superar al que definen como "Govern más españolista de la historia", Junts desempolva los lemas del 1-O para apuntalar el mensaje que no hay mejor representante del ideario independentista. Con ese objetivo, tanto empeño se pone en vender las virtudes propias, "somos los que mantenemos la posición", como en criticar a Esquerra Republicana por dar poca guerra al PSOE en el Congreso y tender la mano al PSC en el Parlament.
En la ponencia que se aprobará este domingo el partido posconvergente se reafirma en la "voluntad de hacer efectivo el derecho a la autodeterminación" y, si procede, a la "unilateralidad". En el texto original no había ninguna referencia a esta vía, pero se ha incorporado en el último momento.
En pleno auge de la ultraderecha en Cataluña, con Aliança Catalana presente en el Parlament, Junts también quiere sacar partido del debate sobre la inmigración. "Hay que garantizar que la diversidad se gestione en el marco de la catalanidad", sostiene la ponencia sometida a votación de la militancia. El partido asegura que ha pactado con el Gobierno el traspaso de las competencias sobre inmigración a la Generalitat, lo que comporta la creación de una agencia propia, y destaca que hay un elemento primordial: "la supervivencia de la catalanidad", insiste el texto, que defiende "el deber" de que los inmigrantes aprendan el catalán y acrediten dominarlo, como condición para poder renovar los permisos de residencia y trabajo.
Más allá de designar presidente a Carles Puigdemont, y secretario general a Jordi Turull, el congreso de Calella sirve para que Junts ordene su nuevo equipo directivo, con cuatro vicepresidentes, una secretaria de organización y 25 vocales con voz y voto en la ejecutiva.
Uno de los temas que había provocado cierto revuelo entre la militancia durante los días previos a la cita de Calella tenía que ver con la voluntad de la cúpula del partido de someter al escrutinio de las bases una lista cerrada de nombres, lo que implica tener que votar un todo o nada. Este sistema implica una novedad en el proceder de Junts, e imposibilita que quede en evidencia el rechazo expreso de la militancia a alguno, o a varios, de los integrantes de la candidatura.
Jordi Turull aprendió de la experiencia del congreso que se celebró hace dos años en Argelers (sur de Francia), cuando la votación de la candidatura supuso un revés para algunos nombres, cercanos a Laura Borràs. Las enmiendas presentadas para tumbar el sistema de listas cerradas no han prosperado en Calella.
"Queremos potenciar el equipo, no las individualidades", ha manifestado Turull.
Tras salir vencedor de su pelea interna con Laura Borràs, que se cae de la cúpula de mando, Turull ha sido preguntado sobre si se sintió aludido, este viernes, cuando la expresidenta del Parlament dijo que se aparta tras haber sufrido "el mundo tan oscuro de la política". El candidato a revalidar el cargo de secretario general ha señalado que no se dio por aludido y cree que Borràs quiso hacer referencia a Esquerra Republicana, que forzó su cese como presidenta del Parlament, tras la condena judicial por fraccionar contratos públicos.
Josep Lluís Cleries, presidente del congreso de Calella, ha defendido que las listas bloqueadas no menoscaban el poder fiscalizador de la militancia, "no afecta a la cuestión democrática", ha dicho. "Somos un partido ordenado, no hemos venido a pelearnos", ha justificado.