Descubren cómo se desarrolla la adicción a la cocaína
Investigadores de la Universidad de Texas en El Paso han realizado un estudio con ratas de laboratorio para analizar cómo se desarrolla la adicción a la cocaína. Los resultados, publicados en la revista Drug and Alcohol Dependence, aportan información clave sobre el papel de las "señales aversivas" en el consumo de sustancias adictivas.
Las señales aversivas son experiencias desagradables asociadas con el consumo de drogas, como el sabor amargo, la inhalación de humo o el uso de agujas. Los investigadores analizaron cómo estas señales influyen desde el primer contacto con drogas como la cocaína.
En el experimento, casi 30 ratas podían autoadministrarse pequeñas dosis de cocaína al colocar su nariz en un orificio, recibiendo primero una dosis de quinina, un compuesto amargo. Los investigadores observaron tres patrones de respuesta distintos:
- El primer grupo mostró una fuerte aversión al sabor amargo y dejó de consumir cocaína tras intentarlo. Este comportamiento se asemeja a personas que prueban una droga, tienen una mala experiencia y no vuelven a intentarlo.
- El segundo grupo comenzó con bajas dosis de cocaína, pero su consumo aumentó progresivamente, demostrando que la recompensa positiva superó la incomodidad inicial.
- Un tercer grupo sorprendió a los investigadores: consumieron grandes cantidades al inicio, pero luego redujeron su consumo. Según Moschak, "parece que el exceso inicial de cocaína combinado con las señales aversivas generó una respuesta de rechazo."
Estos hallazgos ofrecen nuevas perspectivas sobre por qué algunas personas desarrollan patrones adictivos mientras otras no. Moschak espera que futuras investigaciones se centren en las regiones del cerebro activadas por esta experiencia mixta de estímulos positivos y negativos. Esto podría ayudar a entender mejor las diferencias genéticas y biológicas que predisponen al abuso de sustancias.
El estudio también subraya la importancia de las primeras experiencias con drogas y su papel en la prevención de adicciones. Robert Kirken, Ph.D., decano de la Facultad de Ciencias, afirmó que esta investigación tiene un gran potencial para mejorar los métodos de prevención y tratamiento.
Aunque los roedores estuvieron expuestos a la droga bajo estrictas condiciones de laboratorio, el equipo aseguró que fueron desintoxicados al concluir el estudio y no sufrieron daños. Esta investigación abre un camino prometedor para abordar un problema que sigue afectando a millones de personas en el mundo.