La alga invasora Rugulopterix okamurae devasta las costas españolas

El alga invasora que está devastando las costas españolas

La Rugulopterix okamurae, un alga marina originaria de Asia, está causando estragos en las costas españolas. Esta especie invasora se adhiere al fondo rocoso y también puede flotar a la deriva, reproduciéndose tanto por esporas como por esquejes que pueden generar cientos de nuevos individuos.

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Impacto en el ecosistema marino

La rápida propagación de la Rugulopterix okamurae está teniendo un impacto devastador en el ecosistema marino. El alga cubre vastas áreas del fondo marino, reduciendo la biodiversidad y afectando a especies como el erizo de mar y el pulpo. Además, su descomposición libera nutrientes que pueden provocar eutrofización, lo que lleva a una mayor proliferación de algas y una disminución de los niveles de oxígeno.

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Impacto en la pesca

La Rugulopterix okamurae también está teniendo un impacto significativo en la pesca. La flota pesquera se enfrenta a una competencia cada vez mayor, ya que las redes se llenan de algas en lugar de peces. Esto ha llevado a una disminución de las capturas y a la pérdida de empleos.

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Impacto en el turismo

Aunque el impacto en el turismo aún no es significativo, las autoridades están preocupadas por el potencial de la Rugulopterix okamurae para dañar la imagen de las playas y disuadir a los visitantes. El Ayuntamiento de Mijas, por ejemplo, ha reportado un aumento de los malos olores y la presencia de piojos marinos en las áreas afectadas.

Medidas de control

El gobierno español ha tomado medidas para controlar la propagación de la Rugulopterix okamurae. En 2020, la especie fue incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras y en 2022 se puso en marcha una estrategia de control. Sin embargo, estas medidas no han tenido mucho éxito.

Las autoridades están estudiando nuevas estrategias, como el uso de herbicidas biológicos o la instalación de barreras físicas. También se están realizando investigaciones para encontrar formas de utilizar el alga con fines comerciales, como material de construcción o biocombustible.