Reemplazar los alimentos de origen animal, como la carne roja y procesada o los huevos, por opciones a base de plantas, como los frutos secos o las legumbres, puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón y diabetes tipo 2, según una revisión exhaustiva de estudios anteriores. Esta revisión, publicada en noviembre en la revista BMC Medicine, analizó los resultados de 37 estudios y destaca las posibles ventajas para la salud de incorporar más alimentos de origen vegetal en la dieta. Algunos estudios previos ya habían indicado algunos beneficios para la salud de las dietas a base de plantas. Un estudio de mayo encontró que el colesterol total disminuyó un 7% en las personas que seguían una dieta a base de plantas en comparación con aquellas que consumían tanto carne como plantas. Por otro lado, un estudio de agosto de 2019 sugirió que comer más plantas y menos carne se asociaba con una vida más larga y un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Esta revisión observó una reducción del 27% en la incidencia general de enfermedades cardíacas cuando se intercambiaban 50 gramos de carne procesada por día por 28 a 50 gramos de frutos secos por día, y una reducción del 23% cuando se intercambiaba la carne por la misma cantidad de legumbres. También se asoció una reducción del 22% en la incidencia de diabetes tipo 2 al reemplazar 50 gramos de carne procesada por día por 10 a 28 gramos de frutos secos por día. Cambiar la mantequilla por aceite de oliva y los huevos por frutos secos también indicó un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.
Según la revisión, los alimentos procesados, definidos por la Organización Mundial de la Salud como aquellos que han sido sometidos a salazón, curado, fermentación, ahumado u otros procesos para hacer productos como salchichas, jamón o carne enlatada, contienen ácidos grasos saturados que aumentan potencialmente el riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2. Mientras tanto, los frutos secos, las legumbres y los cereales integrales contienen compuestos antioxidantes y antiinflamatorios que parecen reducir la inflamación. La revisión también plantea una explicación alternativa para los aparentes beneficios para la salud, y es que las personas que prefieren los alimentos a base de plantas es probable que ya estén siguiendo un estilo de vida más saludable en general, y aunque los estudios se ajustaron para tener en cuenta el ejercicio, el hábito de fumar, el consumo de alcohol y los hábitos alimentarios de los participantes, este efecto no se puede descartar.
Es importante tener en cuenta que simplemente cambiar productos de origen animal por productos de origen vegetal no siempre resulta en una dieta saludable, ya que el resultado depende de los productos que se sustituyan. Además, es esencial considerar las perspectivas culinarias y culturales al hacer estos cambios. Cualquier persona que esté considerando convertirse en vegetariana o vegana también debe asegurarse de planificar cuidadosamente su dieta para incluir suficiente hierro, yodo, vitamina B12 y vitamina D.