La atracción por los "chicos malos": ¿qué hay detrás de casos como el de Luigi Mangione?
El sospechoso de la fatal balacera que resultó en la muerte del CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson, ha recibido cartas, dinero y muestras de apoyo.
El fenómeno de la atracción por los criminales
Existe una larga lista de convictos que han recibido confesiones de amor. Algunos casos han ganado más fama que otros: Charles Manson recibió propuestas de matrimonio estando en prisión, Ted Bundy se casó con Carole Ann poco antes de que recibiera la pena de muerte.
En México, Diego Santoy —asesino confeso de los hermanos Peña Coss— tenía un club de fans e incluso se casó con la líder de sus seguidoras. Tras la detención de Ovidio Guzmán en 2023 se desencadenaron un sin fin de comentarios, incluido el de una influencer mexicana que bromeó con la posibilidad de huir junto al capo.
El deseo por los criminales no es nada nuevo. No obstante, no fue hasta la década de los 60´s que la fijación fue definida por el sexólogo John Maney, quien acuñó el término hibristofilia, una parafilia que presentan las personas que “solo se excitan sexuoeróticamente con una pareja que tiene un historial depredador de ultrajes perpetrados contra otros”.
Hoy en día, el diccionario de la American Psychological Association la define como un “interés sexual y atracción hacia quienes cometen delitos. En algunos casos, puede estar dirigido hacia personas en prisión por diversos tipos de actividades delictivas”. Sin embargo, “no hay una acuerdo limitado sobre una sintomatología universal”, como detalla un estudio reciente.
Las motivaciones detrás de la atracción por los criminales
Aunque se requiere mayor investigación al respecto, Katherine Ramsland, profesora de psicología forense, plantea que existen diversas explicaciones detrás del porqué una mujer busca una relación con un criminal.
Según sus observaciones, el delincuente ni siquiera necesita ser atractivo para detonar deseo. Las motivaciones suelen estar atravesadas por la idealización, así como la certeza de poder provocar un cambio en el delincuente. Incluso hay quienes ven en ellos a “un niño que hay que cuidar”, como señala en su columna para Psychology Today.
Sheila Isenberg, autora del libro Mujeres que aman a hombres que matan, considera que algunas mujeres se enamoran creyendo que son capaces de ver el “verdadero yo” de los asesinos, mientras que otras se ven atraídas por la atención mediática que recibe el acusado, esto, basado en las observaciones de su investigación.
El caso de Luigi Mangione
Luigi Mangione fue formalmente acusado del asesinato de Brian Thompson, director ejecutivo de UnitetHealtcare, una de las empresas de seguros médicos más poderosas y controvertidas de Estados Unidos.
Paralelo a su juicio han surgido una infinidad de ‘edits’ recopilando fotografías y videos en los que se discute su nuevo corte de cabello o su ropa. Incluso se viralizó el video de un chico bailando a las afueras de la cárcel de Huntingdon, Pensilvania, en donde Mangione fue recluido tras su detención el 9 de diciembre.
El fenómeno que ha desatado ha traspasado las pantallas: además de la centena de mensajes y cartas, el joven de 26 años de edad ya ha recibido donaciones para financiar su defensa legal, según información obtenida por The New York Post.
La mañana del 23 de septiembre, en su audiencia en Nueva York, el sospechoso de la balacera perpetrada en Midtown, Manhattan, se declaró inocente de los cargos de asesinato y terrorismo, y las redes no tardaron en reaccionar: sus fotos sonriendo en la corte tienen 113 mil me gustas y fueron compartidas por más de 11 mil personas.
¿Por qué el joven acusado de homicidio y detenido mientras comía papas en un McDonald´s causa tanto furor?
El "chico malo" y la idealización
En este caso, la figura de quién se “sale de la norma” y va en contra de la autoridad se ve ligada con lo novedoso, lo desconocido. “Lo que es diferente cautiva a las personas”, comenta el psicólogo Gustavo Mancillas Serna.
El psicólogo enfatiza que, en el caso de Luigi se suman otros factores, entre ellos, lo que “canónicamente se considera atractivo” así como la narrativa en la que se ha envuelto su historia y que han terminado por convertir al acusado en un personaje idealizado.
La empatía y la atracción
Las condiciones del servicio de salud en el país sumadas a la historia del estudiante estrella presuntamente convertido en bandolero resonó en Estados Unidos: las redes sociales se llenaron no sólo de mensajes de simpatía, sino también de reproches contra la industria de seguros. Hay incluso quienes ven en Luigi una especie de justiciero.
“Los motivos con los que presuntamente lo hizo conecta con muchas personas”, comenta el psicólogo. Este sentido de identificación parte de una especie de archivero de vivencias: las personas se conectan con otras a través de circunstancias compartidas o con las que se identifican.
Sin embargo, el psicólogo agregó que la empatía no está exenta de ser selectiva. De hecho, existen algunos estudios que han planteado que las personas percibidas como atractivas tienden a ser juzgadas de forma menos severa.
“Desde el punto de vista psicológico tenemos un referente sobre características, personas o cosas, que nos puede llevar a querer cuidar o salvaguardar. Generamos un descarte sobre unos y otros. Por ejemplo, puede que haya personas que cometieron delitos por justicia social, pero que no son tan atractivos y pues no hubo un reflector sobre ellos”, agrega.
Luigi Mangione es un joven de 26 años acusado de asesinar a Brian Thompson, director ejecutivo de UnitedHealthcare. El caso ha causado gran revuelo en las redes sociales, donde el joven ha recibido muestras de apoyo y donaciones para financiar su defensa legal.
Las razones detrás de la atracción por los criminales son complejas y pueden incluir la idealización, la empatía y la atracción por lo desconocido. En el caso de Luigi Mangione, su apariencia física y la narrativa que rodea su historia también pueden haber contribuido a su popularidad.
Es importante señalar que la empatía hacia los criminales puede estar sesgada y que las personas atractivas tienden a recibir un trato más favorable por parte de la sociedad.