La Británica, un tesoro escondido que Alicante quiere recuperar
En las entrañas de la Serra Grossa, la montaña que separa las playas del Postiguet y la Albufereta en Alicante, se esconde un tesoro arquitectónico e industrial que languidece en el olvido: La Británica.
Un viaje al pasado
Inaugurada en 1875, La Británica fue una fábrica excavada en la roca que en su día albergó un complejo de almacenamiento de combustible. Su función era esencial para el alumbrado público de la ciudad, pero con la llegada de la electricidad y los motores de combustión, su actividad cesó en 1966.
El recinto, que ocupa una superficie de 2.000 metros cuadrados, se compone de una red de galerías principales con depósitos a ambos lados, capaces de almacenar 2.000 metros cúbicos cada uno, y 7 depósitos secundarios con capacidad para 500 metros cúbicos. En el interior, el tiempo parece haberse detenido: la mampostería de los pasadizos, los aislantes de porcelana del tendido eléctrico y los restos de una vagoneta de transporte permanecen intactos.
Un futuro prometedor
La Británica no solo es un testimonio de la historia industrial de Alicante, sino también un ejemplo único de arquitectura industrial del siglo XIX. Su valor patrimonial es indiscutible, y por ello, desde hace años, se viene reclamando su recuperación y puesta en valor.
En 2022, el Ayuntamiento de Alicante solicitó la cesión gratuita del terreno al Gobierno, propietario del mismo, con el objetivo de musealizar el conjunto y abrirlo al público. Sin embargo, la cesión se encuentra paralizada debido a problemas burocráticos y falta de acuerdo entre las partes.
Ahora, la gestora cultural Begoña Martínez Deltell, autora de un informe sobre La Británica en 2019, reclama que se aceleren los trámites y se asuma su recuperación y acondicionamiento sin esperar al Ayuntamiento. "La Británica podría ser nuestro Guggenheim", afirma Deltell, "un ejemplo de arquitectura industrial único que, por su singularidad, pondría a Alicante en el mapa de la cultura mundial".
El apoyo de la ciudadanía
La ciudadanía alicantina también se ha movilizado para reclamar la recuperación de La Británica. El grupo municipal de Compromís ha pedido en varias ocasiones en el Parlamento que se desbloquee la cesión.
Según Rafa Mas, portavoz del grupo, "lo que ocurre es que el alcalde, Luis Barcala, no quiere trabajar, no le importa el patrimonio, la cultura, la historia".
Para Mas, La Británica es "un ejemplo de la arquitectura industrial del siglo XIX único en Europa que cualquier ciudad lucharía por conseguir que tuviese un uso cultural público".
Un futuro incierto
El futuro de La Británica sigue siendo incierto. El Gobierno y el Ayuntamiento siguen negociando la cesión, pero la falta de acuerdo y los problemas burocráticos hacen que la recuperación y puesta en valor del conjunto se siga retrasando.
Mientras tanto, La Británica languidece en el olvido, un tesoro escondido que Alicante aún no ha sabido apreciar.