La Carmela: la hidroeléctrica que resurge como Centro Cultural en Puebla

En el suroeste de la ciudad de Puebla, México, se encuentra un edificio histórico que ha sido restaurado y convertido en un centro cultural. La Carmela, como se le conoce, fue una planta hidroeléctrica que abasteció de energía a la industria textil de la región durante décadas.

La planta fue construida en 1906 por el ingeniero italiano Carlos Mastretta Magnani y lleva el nombre de Carmen Romero Rubio, esposa del general Porfirio Díaz. En su momento, fue una de las plantas hidroeléctricas más importantes del país, proporcionando energía a las primeras fábricas textiles mecanizadas.

El abandono y el rescate

La planta cerró sus puertas en 1956 debido a la falta de rentabilidad. Durante 60 años, el edificio quedó abandonado y en ruinas. Sin embargo, en 2021, gracias a un programa de mejora urbana, se invirtieron 75 millones de pesos para restaurar La Carmela y convertirla en un centro cultural.

El complejo ahora abarca tres hectáreas e incluye un museo de sitio, talleres permanentes, un foro al aire libre, una biblioteca, una cineteca, áreas de picnic, consultorios médicos y una pista de skate.

El Museo de Sitio

El Museo de Sitio de La Carmela exhibe objetos originales de la planta hidroeléctrica, como aisladores eléctricos de cerámica y piezas metálicas. También hay réplicas de fotografías que muestran la instalación original y a los trabajadores que estuvieron presentes en el cierre de la planta.

Un nuevo espacio para la cultura

La Carmela se ha convertido en un importante centro cultural para la comunidad. Ofrece una amplia gama de actividades, incluyendo talleres, conciertos, proyecciones de películas y exposiciones. También alberga al Instituto Estatal de Educación para Adultos (IEEA).

El complejo ha sido nominado en varios concursos nacionales e internacionales en la categoría de paisaje urbano.

Después de ser un basurero y casa de personas en condición de calle, se logró su rescate. Es importante que la gente conozca la historia de este complejo, es un lugar ícono, la gente le da gusto ver cómo ha cambiado este lugar.

Tatiana Cecilia Rosales Valerdi, responsable de Talleres del Centro Cultural La Carmela