Nuevas investigaciones desmienten el colapso de la civilización maya

La civilización maya, conocida por sus avanzados conocimientos en matemáticas, astronomía y escritura, no desapareció abruptamente como se creía anteriormente. Nuevas investigaciones revelan que los mayas persistieron y se adaptaron a los cambios, especialmente en las zonas rurales, desafiando las narrativas simplistas que se enseñan comúnmente.

Adaptación y resiliencia en el período posclásico

Tras la caída de las grandes ciudades mayas durante el período clásico, entre los años 900 y 1000 d.C., se inició el período posclásico (900-1540 d.C.). Este período se caracterizó por la resiliencia y la reinvención, con el surgimiento de nuevas ciudades como Mayapán. La arqueóloga Marilyn Masson, de la Universidad Estatal de Nueva York en Albany, señala que el modelo político de Mayapán y su desarrollo urbano reflejan no solo la continuidad cultural, sino también una notable estabilidad rural.

Según los estudios de Masson, realizados con tecnología lidar y excavaciones, las poblaciones rurales mantuvieron una red de asentamientos sorprendentemente constante, incluso mientras las grandes ciudades cambiaban. Lejos de los centros urbanos, las áreas rurales preservaron el conocimiento y las tradiciones mayas. Masson y el arqueólogo Pedro Delgado Kú, de la Universidad Autónoma de Yucatán, encontraron evidencia de una ocupación continua en estas regiones, donde las casas y pueblos estaban distribuidos de manera que los habitantes podían ver las viviendas de sus vecinos, una organización que recuerda al campo británico.

El papel crucial de las zonas rurales

Estas comunidades rurales no solo mantuvieron la vida cotidiana, sino que también sirvieron como base para reconstruir ciudades capitales cuando las condiciones lo permitieron. La arqueóloga Elizabeth Paris, de la Universidad de Calgary, explica que este patrón de ruralización y posterior reorganización urbana probablemente ocurrió en varias ocasiones, incluso durante el período clásico, cuando ciudades como Tikal y Calakmul decayeron. "Lo que vemos no es devastación comunitaria, sino una transformación dinámica", asegura.

Aunque Mayapán perdió su estructura política a mediados del siglo XV, la cultura maya persistió, adaptándose a los cambios traídos por la colonización española. Hoy en día, comunidades como Telchaquillo, cerca de las ruinas de Mayapán, conservan el idioma maya y algunas tradiciones ancestrales. "Muchos aspectos culturales no han cambiado hasta hoy", afirma Delgado Kú, quien expresa su orgullo por su herencia y el trabajo arqueológico que conecta el pasado con el presente.

Las nuevas investigaciones sobre la civilización maya desafían las narrativas simplistas de colapso y desaparición. En cambio, revelan una historia de resiliencia, adaptación y continuidad cultural que persistió durante siglos, especialmente en las zonas rurales.