¿GIGANTES O MOLINOS?

La Comunidad de Madrid anuncia nuevas medidas culturales grandilocuentes cuando tiene muchas pendientes.

Las promesas de Ayuso

Hace un mes, durante el debate sobre el estado de la región, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció una serie de medidas culturales ambiciosas.

Entre ellas, destacó la declaración de bien de interés cultural (BIC), en la categoría de patrimonio inmaterial, del Siglo de Oro, la Edad de Plata y la cultura urbana.

Sin embargo, estas propuestas han generado críticas por su falta de concreción y por abordar temas que ya están pendientes.

Patrimonio inmaterial vs. material

Uno de los aspectos más controvertidos del anuncio de Ayuso es la declaración de patrimonio inmaterial de la cultura urbana, representada por obras de artistas como Muelle, Suso 33, Sfhir o Zeta.

Los críticos argumentan que estas obras, al estar presentes en calles y muros, no pueden considerarse inmateriales, ya que tienen una existencia física.

Además, cuestionan la utilidad de proteger algo tan abstracto como una época histórica, como el Siglo de Oro o la Edad de Plata, en lugar de centrarse en bienes culturales específicos.

Tareas pendientes

Los críticos también señalan que la Comunidad de Madrid tiene muchas tareas culturales pendientes que abordar antes de embarcarse en nuevos proyectos.

Entre ellas, destacan la recuperación y protección de la casa del poeta Vicente Aleixandre, conocida como Velintonia, que lleva años en estado de abandono.

También se critica la falta de apoyo a iniciativas culturales ya existentes, como la creación de un museo dedicado a la Generación del 27.

Conclusión

El anuncio de nuevas medidas culturales por parte de la Comunidad de Madrid ha generado dudas sobre su concreción y su utilidad.

Los críticos argumentan que la Comunidad debería centrarse en resolver las tareas pendientes antes de embarcarse en nuevos proyectos grandilocuentes.

Sólo así se podrá garantizar la protección y la difusión del rico patrimonio cultural de la región.