La ciencia ficción, con su desbordante imaginación, refleja fielmente los desafíos y cuestiones candentes del presente. Entre sus subgéneros, los viajes en el tiempo y los bucles temporales ofrecen una perspectiva única sobre nuestra capacidad de aprender de nuestros errores y evitar repetirlos.
La Valencia atrapada en un bucle temporal
En la Comunidad Valenciana, estamos reviviendo un exasperante "día de la marmota", un ciclo de décadas en el que la pulsión desarrollista vuelve a devorar nuestra política. Esta agenda, al servicio de quienes especulan y se enriquecen a costa de nuestro territorio y tejido socioeconómico, se manifiesta en la venta al por mayor de nuestros recursos naturales, un patrimonio que debería ser compartido por todos.
La Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, dirigida hasta hace poco por Salomé Pradas, ha desempeñado un papel crucial en esta dinámica. Desafortunadamente, no albergamos muchas esperanzas de que la llegada del nuevo conseller, Vicente Martínez Mus, cambie el rumbo de la Conselleria. Su anterior cargo como Director General de Costas, Puertos y Aeropuertos lo vincula estrechamente con la agenda de desprotección territorial del Consell.
El acoso y derribo de la legislación que protegía la fachada marítima valenciana ha sido una constante desde la constitución del Consell. El Plan Simplifica, aprobado mediante decreto ley, reduce de 500 a 100 metros la protección de la primera línea de costa. Repetimos los errores del desarrollismo franquista, la aceleración de los ochenta y la burbuja económica de hace dos décadas. Nuestra costa se llena de "cadáveres de cemento", recordatorios de las consecuencias de una desregulación burda que facilita el pelotazo.
En las historias de ciencia ficción, escapar de un bucle temporal requiere que la protagonista recuerde lo vivido, aprenda de los errores y evite repetirlos. De lo contrario, quedará condenada a revivirlo eternamente. Necesitamos memoria para romper el ciclo, para recordar las lecciones del pasado y evitar que los errores del desarrollismo vuelvan a hipotecar nuestro futuro.
Así podemos romper el bucle
- Reconocer el problema: Admitir que estamos atrapados en un "día de la marmota" es el primer paso para romper el ciclo.
- Aprender de los errores: Analizar los fracasos del pasado nos ayuda a identificar las políticas y prácticas que han llevado a nuestro actual estancamiento.
- Promover un desarrollo sostenible: Apostar por un modelo de crecimiento que respete nuestro medio ambiente y patrimonio natural es esencial para evitar repetir los errores del pasado.
- Fortalecer la participación ciudadana: Involucrar a la sociedad en la toma de decisiones y la supervisión del uso de nuestros recursos es crucial para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas.
Romper el bucle temporal en el que estamos atrapados requiere un esfuerzo colectivo. Debemos recordar el pasado, aprender de nuestros errores y trabajar juntos para construir un futuro más sostenible y próspero para la Comunidad Valenciana.