La cultura se alza entre los escombros: Una librería devastada por las inundaciones renace gracias a la solidaridad

En medio de la tragedia, la cultura emerge como un faro de esperanza. La librería Passarella, en el pueblo valenciano de Picanya, quedó arrasada por las devastadoras inundaciones de octubre. Sin embargo, gracias a la determinación de su propietaria, Guillermina Spiekermann, y al apoyo incondicional de la comunidad literaria, la librería se está levantando de sus cenizas.

Guillermina, quien también es argentina, se refugió en la planta baja de la librería cuando las aguas comenzaron a subir. Gracias a la ayuda de su vecina, Elsa, y su marido, Juan, pudo ponerse a salvo. Sin embargo, la librería quedó completamente destruida.

Pero Guillermina no se dio por vencida. Decidida a reconstruir su negocio, se puso en contacto con Carmen Amoraga, una reconocida escritora que vive en Picanya y que también fue finalista del premio Planeta. Juntas, idearon un plan para organizar una presentación de libros en el local destruido, con el fin de recaudar fondos para su reconstrucción.

La respuesta de la comunidad literaria fue abrumadora. Más de una quincena de escritores, tanto valencianos como de otras regiones, se unieron a la iniciativa. Donaron sus libros para venderlos en un improvisado mostrador, y la gente acudió en masa para mostrar su apoyo.

Cerca de 200 ejemplares se vendieron durante el evento, que contó con la presencia de numerosas autoridades y vecinos solidarios. La escritora Rosario Raro fue la encargada de presentar la novela de Amoraga, "La memoria infiel", una obra que aborda la compleja relación entre una madre y una hija separadas durante 20 años.

Pero el acto fue mucho más que una simple presentación de libros. Se convirtió en un espacio de terapia colectiva, donde los asistentes compartieron sus historias de pérdida y resiliencia. Guillermina pidió que Elsa, su vecina salvadora, saliera al improvisado escenario, y ambas se fundieron en un emotivo abrazo.

La familia de Guillermina, que también regenta otra librería-papelería en la vecina localidad de Paiporta, también afectada por las inundaciones, está decidida a seguir adelante. "Volveremos, claro que volveremos a abrir. Por mí, empezaría ahora mismo", afirma Nicolás Miretti, uno de los tres hijos de Guillermina.

La cultura tiene el poder de sanar, unir y reconstruir. La librería Passarella es un ejemplo de ello. A pesar de la tragedia, la comunidad se ha volcado en su apoyo, demostrando que el espíritu humano es capaz de superar cualquier adversidad.