La ola azul arrasa en las elecciones de 2023: cientos de políticos de primera línea, fuera del juego

La derecha triplicó su poder en las capitales de provincia y gobierna ya en el 40% de los ayuntamientos de España

Las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo de 2023 provocaron un auténtico terremoto político en España. La derecha arrasó en las urnas, arrebatando al PSOE casi todo el poder municipal y autonómico. La ola azul se extendió por toda la Península, dejando tras de sí un reguero de alcaldes y presidentes autonómicos socialistas descabalgados.

Un tsunami electoral sin precedentes

Los resultados electorales fueron contundentes. La derecha recuperó seis de las diez autonomías que gobernaba el PSOE, mucho más de lo que pronosticaban los sondeos. El PP devoró casi por completo el voto de Ciudadanos de 2019 y con ese engorde arrasó en las grandes ciudades, incluida Sevilla, que los socialistas confiaban en conservar.

En el ámbito municipal, la derecha triplicó su poder en las capitales de provincia. De las 10 que había conseguido en 2019 pasó a 30. Ahora gobierna en el 40% de los ayuntamientos de España. Hizo pleno por primera vez en todas las capitales andaluzas y logró las tres capitales de la Comunidad Valenciana, las tres de Aragón y cuatro de las cinco capitales de Castilla-La Mancha.

Cientos de políticos, fuera del juego

El tsunami electoral se llevó por delante a cientos de políticos de primera línea. Entre ellos, alcaldes y presidentes autonómicos socialistas que llevaban años en el poder. Es el caso de Luis Salaya, alcalde de Cáceres desde 2019; Pau Ricomà, alcalde de Tarragona desde 2015; Joan Ribó, alcalde de Valencia desde 2015; y Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha desde 2015.

La campaña, impregnada de tintes nacionales

Tres de los exalcaldes consultados por EL PAÍS coinciden en que la campaña electoral se impregnó de tintes nacionales. Los barones autonómicos y alcaldes de izquierdas se llevaron una patada en el trasero que, muy probablemente, era para el Gobierno central. No se votaba sobre la gestión de sus ciudades, sino más bien una especie de plebiscito sobre Pedro Sánchez.

El relevo en las alcaldías

El relevo en las alcaldías está siendo complejo. En algunos casos, los nuevos regidores son políticos experimentados que ya habían ocupado cargos de responsabilidad. En otros, son caras nuevas que llegan a la política desde la sociedad civil.

Es el caso de Luis Salaya, que antes de ser alcalde de Cáceres era un abogado laboralista. O de Joan Ribó, que antes de ser alcalde de Valencia era catedrático de Economía.

  1. Luis Salaya, exalcalde de Cáceres
  2. Pau Ricomà, exalcalde de Tarragona
  3. Joan Ribó, exalcalde de Valencia

El adiós al alcalde de Cáceres que no inauguraba obras

Luis Salaya, socialista de 35 años, llegó a la alcaldía de Cáceres en 2019. Era el regidor más joven de la ciudad. Cuatro años después, se ha despedido del cargo dejando tras de sí una huella imborrable.

Salaya no ha sido un alcalde de grandes obras ni de grandes gestos. Su gestión se ha caracterizado por la cercanía, el diálogo y la transparencia. Ha estado siempre a pie de calle, escuchando a los vecinos y atendiendo sus demandas.

Una de las claves de su éxito ha sido su capacidad para conectar con los jóvenes. Ha impulsado políticas de empleo y vivienda para este colectivo, y ha creado espacios de ocio y cultura para ellos.

Salaya deja la alcaldía con la satisfacción del deber cumplido. Ha hecho de Cáceres una ciudad mejor, más habitable y más justa.

En su despedida, Salaya ha animado a los cacereños a seguir participando en la vida de la ciudad. "Cáceres es vuestra, hacedla vuestra", ha dicho.

El alcalde de Tarragona que se convirtió en un referente cultural

Pau Ricomà, republicano de 68 años, ha sido alcalde de Tarragona durante ocho años. En este tiempo, ha convertido a la ciudad en un referente cultural.

Ricomà ha impulsado la rehabilitación del anfiteatro romano, ha creado el Museo de Arte Moderno de Tarragona y ha organizado numerosos festivales de teatro, música y danza.

Pero Ricomà no sólo ha sido un alcalde cultural. También ha sido un alcalde cercano a los vecinos, que siempre ha estado dispuesto a escuchar sus demandas.

En su despedida, Ricomà ha pedido a los tarraconenses que sigan luchando por una ciudad mejor. "Tarragona es una ciudad con mucha historia y mucha cultura, pero también es una ciudad con muchos retos", ha dicho.

El adiós al alcalde de Valencia que gobernó con consenso

Joan Ribó, ecologista de 78 años, ha sido alcalde de Valencia durante ocho años. En este tiempo, ha gobernado con consenso, dialogando con todos los grupos políticos y buscando siempre el bien común.

Ribó ha hecho de Valencia una ciudad más sostenible, más amable y más inclusiva. Ha impulsado el uso de las energías renovables, ha creado nuevos parques y jardines y ha mejorado el transporte público.

Pero Ribó no sólo ha sido un alcalde verde. También ha sido un alcalde social, que ha luchado por los más necesitados.

En su despedida, Ribó ha pedido a los valencianos que sigan trabajando juntos por una ciudad mejor. "Valencia es una ciudad con muchas posibilidades, pero también con muchos retos", ha dicho.