Los jóvenes pasan a un segundo plano en la Diada: "Ahora nos preocupa el acceso a la vivienda, no la independencia"
El apoyo a la secesión entre los menores de 35 años desciende del 52% al 40% desde 2017, una caída mayor que la media de toda Cataluña.
Sandra y Mireia, dos jóvenes de 26 y 24 años, representan un sector de la juventud catalana que se ha distanciado de las reivindicaciones independentistas. "Vivimos el 'procés' con mucha intensidad, pero ahora tenemos otros problemas más prioritarios", explica Sandra.
Para ellas, el acceso a la vivienda y los altos costes de alquiler son cuestiones más urgentes que la independencia. "Los partidos políticos siguen poniendo la independencia como su principal proyecto, pero para nuestra generación no es así", lamenta Sandra.
Mireia coincide: "Quizás participen los vinculados a entidades sociales y juveniles, pero nuestra generación participa menos".
Los datos del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) corroboran esta tendencia. El apoyo a la independencia entre los jóvenes de 18 a 35 años ha caído del 52% al 40% desde finales de 2017, una caída mayor que en el conjunto de Cataluña.
Heura, otra joven de 24 años, apunta a la falta de liderazgos claros: "Hemos crecido con el 'procés', pero no hemos aprendido qué hacer para volver a empezar".
Ivet, maestra de 25 años, recuerda la noche del 1 de octubre de 2017, cuando protegió los puntos de votación. "Si con todo eso no conseguimos nada, te queda una sensación de frustración", comparte.
Teresa, una septuagenaria que asiste a la manifestación con un grupo de amigos, cree que los jóvenes están cansados de esperar: "Cada vez vienen menos".
Este desapego de la juventud catalana hacia la independencia refleja un cambio generacional en las prioridades y preocupaciones. Para ellos, los problemas estructurales como el acceso a la vivienda y el empleo son más acuciantes que las cuestiones identitarias.