La dieta de la antigua Grecia se caracterizaba por su sencillez y su adaptación al clima mediterráneo. Los alimentos principales eran los cereales, las aceitunas y el vino, que se complementaban con verduras, frutas, legumbres y mariscos. También se consumía carne, pero era un producto caro que solo podían permitirse las familias adineradas.

Los cereales, las aceitunas y el vino eran los tres alimentos más producidos en la antigua Grecia. Los cereales se utilizaban para hacer pan y tortas, mientras que las aceitunas se comían como aperitivo o se utilizaban para hacer aceite. El vino era una bebida popular que se consumía tanto en las comidas como en las celebraciones.

Las verduras, las frutas y las legumbres también formaban parte importante de la dieta griega. Las verduras más comunes eran las coles, las cebollas, los ajos y los espárragos. Las frutas más populares eran las uvas, las higos y las manzanas. Las legumbres, como las lentejas y los garbanzos, proporcionaban proteínas y fibra.

Los mariscos eran otra fuente importante de proteínas en la dieta griega. Los griegos comían pescado, moluscos y crustáceos. El pescado se podía cocinar a la parrilla, al horno o frito. Los moluscos y crustáceos se solían comer cocidos o crudos.

La carne era un producto caro que solo podían permitirse las familias adineradas. La carne más común era la de cordero y cerdo. También se consumía carne de res, pero era menos común. La carne se solía cocinar a la parrilla o al horno.

Los griegos también disfrutaban de los dulces. Los postres más populares eran el baklava y el pasteli. El baklava es un dulce hecho con capas de masa filo, nueces y miel. El pasteli es un dulce hecho con miel y semillas de sésamo.

Los griegos solían comer tres comidas al día: el desayuno, el almuerzo y la cena. El desayuno era una comida ligera que solía consistir en pan y aceitunas. El almuerzo era la comida más importante del día y solía consistir en un plato de verduras, legumbres o pescado. La cena era una comida más ligera que solía consistir en pan y queso.

Los hombres y las mujeres solían comer por separado. En las familias con esclavos, los esclavos servían primero la cena a los hombres, luego a las mujeres y finalmente a ellos mismos. En las familias sin esclavos, las mujeres servían primero la cena a los hombres y comían cuando ellos terminaban.