Jorge Jiménez Martín presenta su renuncia a la dirección de la Escuela Judicial

El director de la Escuela Judicial, Jorge Jiménez Martín, ha presentado su renuncia al cargo hace algunas semanas, una renuncia que no había trascendido hasta ahora, pero que ha sido aceptada por la comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). La institución, con sede en Barcelona, coordina la formación de los nuevos jueces.

La renuncia se produce después de que el pleno del Consejo, cuyo mandato expiró en diciembre de 2018, debatiera en febrero un punto que no estaba en el orden del día publicado por el órgano. El punto trataba sobre la situación administrativa de Jiménez Martín, que ocupaba el cargo en funciones. Según algunos vocales, no cumplía con los requisitos exigidos por la ley.

La Escuela Judicial se queda sin director

Jiménez Martín se ha adelantado a un posible cese y ha dejado vacante la jefatura de la escuela. Según fuentes jurídicas, vocales del grupo conservador pretenden aprovechar esta situación para nombrar en su lugar a una letrada del CGPJ y dirigir la institución desde Madrid.

La relación entre el CGPJ y Jiménez Martín, que ocupa el cargo desde julio de 2018, se ha ido deteriorando en los últimos meses. Así lo confirman varias fuentes jurídicas consultadas y lo admite el propio director del centro en una conversación con EL PAÍS. Jiménez Martín señala que ha renunciado "para proteger la escuela" tras constatar que el Consejo ponía en duda la legalidad de su permanencia en el cargo, lo que podría afectar al funcionamiento del centro debido a su dependencia del Consejo.

Futuro de la Escuela Judicial

Tras la formalización de su salida de la institución, Jiménez Martín ha dirigido una carta al Consejo en la que, en tono irónico, agradece a los vocales que hayan aceptado su renuncia. Además, les reprocha el trato dado a la escuela en los últimos años.

La salida de Jiménez Martín deja descabezada la Escuela Judicial, un centro esencial para el Poder Judicial, donde se forman durante un año (más otro de prácticas) todos los nuevos jueces que aprueban la oposición. Se inauguró en 1997 y su sede principal se encuentra en Barcelona, pero algunos sectores jurídicos siempre han abogado por trasladarla a Madrid.

Este traslado requeriría una reforma legal y no está en manos de los vocales del CGPJ. Sin embargo, fuentes consultadas señalan que existe la posibilidad de dirigir la escuela a distancia desde la capital aprovechando la renuncia de Jiménez Martín. Esta opción es la preferida por algunos vocales del sector conservador.

El Consejo debe designar un director en funciones. Las fuentes consultadas indican que la mayoría de los consejeros propuestos por el PP apuestan por María Jesús Millán, directora de formación continua del CGPJ, un puesto con sede en Madrid. Su designación se haría con la intención de que no cambie de ciudad de destino.

Otro grupo de vocales, minoritario, considera que la elegida debe ser Clara Carulla, ya que es la número dos de la escuela y su puesto se encuentra en Barcelona. Las posturas enfrentadas entre los vocales han generado una nueva crisis en el pleno del órgano de gobierno de los jueces.

Jiménez Martín, que actualmente no es miembro de ninguna asociación judicial (aunque lo fue de la conservadora y mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura hasta 2011), accedió a la dirección de la Escuela Judicial en julio de 2018, tras la dimisión de Gema Espinosa, la anterior directora y esposa del instructor de la causa del 'procés' en el Tribunal Supremo, el magistrado Pablo Llarena.

Hasta entonces, Jiménez Martín había sido director del Servicio de Formación Inicial del Poder Judicial, donde ocupaba el cargo de letrado, un puesto técnico designado por el Consejo mediante concurso de méritos y en el que se puede permanecer un máximo de 10 años. Su designación como director se hizo "en funciones" y "mientras se encuentre vacante el citado puesto", según el acuerdo de la Comisión Permanente del 19 de julio de 2018.

La interinidad se fue prolongando porque el propio Consejo entró en funciones en diciembre de ese año y, a la espera de una renovación, se pensó, inicialmente, que fuera el siguiente CGPJ el que eligiera a los nuevos responsables de la Escuela Judicial.

La dirección "en funciones" se fue prorrogando hasta que, en marzo de 2021, el Congreso aprobó la reforma legal que impide al CGPJ realizar nombramientos discrecionales mientras esté con el mandato caducado, como sucede ahora. Esto imposibilita la designación de un nuevo director de la Escuela Judicial y consolida la interinidad de Jiménez Martín.

Relación deteriorada entre Jiménez Martín y el CGPJ

Fuentes jurídicas señalan que la relación entre el CGPJ y el hasta ahora director de la Escuela se deterioró tras la salida de la presidencia de Carlos Lesmes, que dejó el sector conservador en manos de un grupo de vocales que pretenden controlar todos los órganos del Consejo e intentar apartar al responsable del centro donde se forman los jueces.

Según estas fuentes, estos consejeros han puesto trabas en los últimos meses a todos los proyectos o planes de formación que presentaba el director de la escuela, lo que ha ido incrementando la tensión entre ambas instituciones.

Las fuentes consultadas coinciden en que la situación del hasta ahora director era complicada de resolver a su favor porque lleva desde 2011 en el puesto de letrado y la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) establece que solo se puede permanecer en él durante un máximo de 10 años. Este fue el argumento al que se aferraron los vocales partidarios de su cese durante el pleno del mes de febrero.

Los consejeros analizaron la situación de Jiménez Martín y, ante las dudas jurídicas, acordaron encargar un informe al gabinete técnico. Posteriormente, un grupo de consejeros conservadores intentó forzar la convocatoria de un pleno extraordinario para votar el cese del director de la escuela, una iniciativa que fue frenada, pero que resultó determinante para que Jiménez Martín haya optado por dar un paso al lado.