Un nuevo estudio ha revelado que la exposición a corto plazo a la contaminación atmosférica aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Según la investigación, la inhalación de sustancias tóxicas presentes en el aire incrementa la posibilidad de padecer un ictus isquémico, bloqueo de una arteria cerebral, así como la probabilidad de fallecer a causa de este accidente cerebrovascular. El metaanálisis realizado por investigadores de la Universidad de Jordania analizó datos de más de 18 millones de casos de ictus isquémico en Asia, Europa y América, centrándose en los cinco días previos al accidente vascular. Estos hallazgos subrayan la importancia de implementar políticas para reducir la contaminación del aire y disminuir los casos de ictus isquémico y sus consecuencias para la salud.

El estudio también señala que las partículas más pequeñas, de 2,5 micras, se asocian a un mayor riesgo de ictus isquémico que las partículas más grandes, de 10 micrómetros. Los distintos compuestos químicos analizados, como el dióxido de nitrógeno, el ozono, el monóxido de carbono y el dióxido de azufre, también se relacionaron con un mayor riesgo de sufrir un ictus y de fallecer a causa de él. Por lo tanto, es necesario reducir la concentración de estos contaminantes en el aire para prevenir el ictus isquémico y sus consecuencias.

Los investigadores también destacaron la urgencia de llevar a cabo más estudios en países de renta baja y media, donde los niveles de contaminación atmosférica son elevados y el ictus tiene un impacto significativo en la morbilidad y mortalidad. Además, se recomienda a las personas reducir su exposición a la contaminación atmosférica evitando fuentes de contaminación y utilizando filtros de aire en sus hogares. También se insta a las autoridades a mejorar los controles de los filtros de escape de los vehículos y a fomentar el uso del transporte público para reducir la contaminación del aire.