La Fiscalía General de la República (FGR) de México reveló que el arresto de Ismael "El Mayo" Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, fue un secuestro, y solicitó información al gobierno de Estados Unidos sobre el piloto y la aeronave involucrados en el incidente.
Investigación en curso
El fiscal general, Alejandro Gertz Manero, expuso que el secuestro de Zambada está respaldado por pruebas y que se solicitaron datos específicos a Estados Unidos para esclarecer los hechos. La aeronave que transportó a Zambada y a Joaquín Guzmán López, hijo de "El Chapo", hasta Estados Unidos tenía matrícula clonada y el piloto no fue detenido, lo que generó dudas sobre el papel de las autoridades estadounidenses.
Solicitud de asistencia jurídica
Gertz Manero informó que México solicitó asistencia jurídica a Estados Unidos para obtener más información sobre el caso, pero la solicitud aún no ha sido atendida en su totalidad. El fiscal aseguró que continuarán insistiendo para obtener los datos necesarios.
Audiencias revelarán más detalles
El fiscal general indicó que la información sobre el arresto de Zambada saldrá a la luz durante las audiencias de los implicados. Las audiencias permitirán conocer los hechos que rodearon el secuestro y las posibles responsabilidades de los involucrados.
" El delito se cometió en México, fue un secuestro y hay una serie de investigaciones sobre los homicidios que se cometieron... Nos ha informado una parte, pero falta otra que es fundamental."
- Alejandro Gertz Manero, Fiscal General de la República
Contexto del secuestro
El arresto de Zambada ocurrió el 25 de julio de 2023 en Culiacán, Sinaloa. El capo fue trasladado a Estados Unidos en un avión con matrícula clonada y el piloto no fue detenido. La FGR de México considera que se trató de un secuestro y está investigando las circunstancias del hecho.
Implicaciones del caso
El caso del secuestro de Zambada ha generado preocupación sobre la cooperación entre México y Estados Unidos en materia de combate al crimen organizado. La falta de información proporcionada por Estados Unidos podría afectar la investigación y socavar los esfuerzos conjuntos para combatir el tráfico de drogas.