Gripe aviar reduce un tercio la colonia de elefantes marinos en la Península Valdés

Un año después del brote de gripe aviar H5N1 que diezmó la colonia de elefantes marinos de la Península Valdés en Argentina, los investigadores regresan al lugar para estudiar el impacto del virus y su propagación. El brote, que acabó con la vida de unos 17.000 elefantes marinos y el 97% de sus crías, ha reducido significativamente la población de estos animales en la zona.

El virus se adaptó a los mamíferos marinos

El equipo de investigadores, dirigido por la Universidad de California Davis y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina, ha descubierto que el virus H5N1 se propagó eficazmente entre los mamíferos marinos, lo que supone un hecho sin precedentes. El análisis genómico realizado ha revelado que, al entrar en Sudamérica, el virus evolucionó hacia clados separados de aves y mamíferos marinos.

Vigilancia y investigación continuas

Los autores del estudio subrayan que la vigilancia y la investigación continuas son de vital importancia para comprender mejor la evolución del virus, ya que su mayor flexibilidad para adaptarse a nuevos huéspedes podría tener consecuencias globales para la salud humana, la conservación de la fauna salvaje y los ecosistemas.

Un duro golpe para la conservación

Interrogantes sin resolver

El brote del año pasado sigue planteando interrogantes, como la forma de transmisión del virus o si los animales supervivientes han desarrollado resistencia. En el último año, el virus se ha extendido entre las aves silvestres y ha provocado brotes en aves de corral y vacas lecheras en Estados Unidos, con casos recientes entre trabajadores del sector lácteo y avícola.

Expansión global de la gripe aviar

La variante actual del H5N1, del clado 2.3.4.4b, empezó a causar problemas a escala mundial en 2020. Mientras los humanos se enfrentaban a la pandemia de COVID-19, el H5N1 comenzó a matar a decenas de miles de aves marinas en Europa antes de desplazarse a Sudáfrica.

En 2021, entró en Estados Unidos y Canadá, y se extendió a Sudamérica a finales de 2022. En 2023, la gripe se detectó por primera vez en aves de corral en Argentina y en verano ya afectaba a los leones marinos del extremo de Sudamérica, desde donde se desplazó rápidamente hacia el norte, con resultados mortales para los mamíferos marinos y las aves marinas.