Detenido el presunto autor de los golpes al coche de la comitiva de Sánchez en Paiporta

Un vecino de la localidad de Albal ha sido arrestado por su presunta implicación en los graves incidentes registrados el pasado domingo durante la visita de los Reyes, el presidente del Gobierno y el presidente de la Generalitat a la localidad valenciana.

La Guardia Civil ha detenido en las últimas horas a un hombre de 41 años por su presunta implicación en los graves incidentes que se registraron el pasado domingo en Paiporta (27.000 habitantes) durante la visita de los Reyes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat de la Generalitat, Carlos Mazón, para conocer los efectos de las lluvias torrenciales que arrasaron la localidad. Según fuentes cercanas a la investigación, el detenido es vecino de Albal (localidad situada a 5 kilómetros de Paiporta) y aparece en algunos vídeos difundidos aquel día en redes sociales golpeando y rompiendo con un cepillo de barrendero la luna trasera de un vehículo de la comitiva del presidente. El Juzgado de Instrucción número 3 de Torrent, en funciones de guardia, abrió este lunes diligencias previas para investigar los hechos tras recibir un atestado de la Guardia Civil sobre lo ocurrido. Según fuentes jurídicas, lo previsible es que en la causa se investiguen delitos de desórdenes públicos, atentado a la autoridad y lesiones.

Los altercados se iniciaron cuando cientos de personas comenzaron a increpar con gritos de “asesinos” y el lanzamiento de barro y objetos contundentes a los Reyes, Sánchez y Mazón cuando recorrían el centro de Paiporta, epicentro de la catástrofe y con al menos 70 vecinos muertos. Efectivos de la Guardia Civil se vieron obligados a improvisar un cordón policial para contener a una multitud que mostraban su frustración, indignación y agotamiento tras cinco días limpiando calles y casas de fango.

Entre tumultos y empujones, el presidente abandonó la comitiva y, poco después, era golpeado con un palo. Ante el cariz que estaban tomando los hechos, su equipo de seguridad incluso desplegó un maletín antibalas para protegerlo ante la situación de extrema tensión que se vivía. Uno de los vehículos de la caravana sufrió la rotura de las lunas, entre otros desperfectos. Es precisamente con este último hecho con el que se vincula al hasta ahora único detenido.

Mazón se mantuvo inicialmente detrás del Rey, pero poco después también abandonaba el lugar. Felipe VI intentó entonces dialogar para calmar los ánimos de los vecinos, que reprochaban a las autoridades la tardanza en el envío de la ayuda. El monarca defendió la respuesta de las Administraciones y les advirtió sobre los bulos que circulan por las redes. “No hagáis caso a todo lo que se publica porque hay mucha intoxicación informativa”, se escuchó decir al jefe del Estado. “Hay muchas personas interesadas en esto para que haya caos”, añadió. Finalmente, abandonaron la localidad y se suspendió la visita que los monarcas tenían prevista hacer ese día a Chiva (16.500 habitantes), otra de las localidades gravemente afectadas por la dana.

En redes sociales se difundieron el domingo numerosos vídeos y fotografías de los incidentes en los que aparecían personas que vestían ropa con simbología ultra. El Gobierno cree que, aunque había muchos ciudadanos afectados e indignados por la tardanza en llegar la ayuda que también gritaban, los incidentes y sobre todo los episodios más violentos estaban dirigidos y protagonizados por grupos organizados de ultraderecha que se movieron para boicotear la visita. El propio Sánchez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes, incidió en la misma idea: “Había grupos ultras perfectamente organizados que iban a intentar hacer el mayor daño posible a las autoridades que estábamos allí”.

Horas después, la directora general de la Guardia Civil, Mercedes González, se mostraba mucho más cauta y se evitaba ligar el suceso a ninguna organización de extrema derecha: “Estamos trabajando en la identificación de los autores y en poder conseguir los resultados cuanto antes. Cuando tengamos los avances […] se los haremos llegar”, se limitó a decir. Este miércoles, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se refería simplemente a “grupúsculos marginales, pero violentos”, sin más concreción.