Familias abandonadas por las bombas de Israel luchan por reunirse en España

Ahmad Hegazi y su padre, Emad, se fueron de Gaza a Linares (Jaén) en septiembre del año pasado porque Ahmad tenía que empezar su último año de bachillerato. Pensaban que para Navidad el resto de la familia, su madre y sus tres hermanos, se reunirían con ellos, ya que el cierre de fronteras por la pandemia los había dejado varados en Palestina. Pero la guerra desatada por Israel en respuesta a los atentados terroristas de Hamás del 7 de octubre de 2023 ha acabado con esa esperanza.

La guerra aísla a los Hegazi

Las bombas, como antes hizo el virus, han aislado a los Hegazi, pero la reunificación ahora es más necesaria que nunca. El asedio y el bloqueo de la ayuda humanitaria por parte del ejército israelí aumentan el miedo por su bienestar. Esta angustia ha llevado a Ahmad y a su padre a escribir una carta al ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, para pedirle que garantice la evacuación de su familia de la Franja de Gaza. También han hecho pública su petición en la plataforma Change.org.

Una familia española atrapada en Gaza

"Todos somos españoles", explica Ahmad, que recuerda cómo su padre vino a España con 18 años para estudiar ingeniería en los años 80. Después de casarse con su madre, Reem Skaik, se instalaron en Linares, donde nacieron todos sus hijos: Huda, periodista de 25 años; Nur, enfermera de 22; Ahmad, que acaba de sacar un 11 en la Evau y va a estudiar Arquitectura en la Universidad de Granada; e Ismail, de nueve años.

Cinco mudanzas forzadas en medio de la guerra

La familia Hegazi ha sufrido cinco mudanzas forzadas desde que empezó la guerra. Primero huyeron al piso de un tío de su madre, cerca del hospital Al Shifa. Este centro hospitalario se convirtió en uno de los epicentros de la estrategia de destrucción del territorio palestino por parte del ejército israelí. Tras el asalto de las tropas israelíes, Reem y sus hijos se refugiaron en un centro de fisioterapia. Allí vivieron un mes en unas condiciones terribles, hacinados con mucha más gente, comiendo lo que podían y durmiendo en el suelo.

Un millar de víctimas en solo 50 días

En este tiempo, al hambre, la sed y el pánico, se han sumado el dolor y la rabia de ver morir a medio centenar de parientes. "Al cuerpo de mi tío, el hermano de mi padre, tuvieron que sacarlo de una montaña de escombros. La situación es terrible", relata Ahmad.

El Gobierno español, la única esperanza para los Hegazi

Ahmad y su padre están en contacto permanente con el consulado español en Israel. De hecho, su familia estaba en la lista de evacuados españoles, pero su ubicación, en el norte de la Franja de Gaza, lejos de la zona sur por donde se realizaron las operaciones de repatriación, lo hace muy difícil. "Acceder allí desde el norte de la frontera es muy peligroso. Además, tendrían que ir a pie, y van solas con un niño pequeño", explica Ahmad. Por eso han decidido pedir ayuda directa al Gobierno central, después de contactar, sin éxito, con la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Linares, ambos del PP.

Una petición desesperada: "Que nos rescaten"

En su carta, piden a Albares que "tome medidas inmediatas y adecuadas para asegurar el regreso seguro a España" de su familia, "garantizando su evacuación inmediata de la Franja de Gaza". Una protección que hacen extensiva "a todas las personas españolas en su misma situación". "Podrían ponerles un coche, una ambulancia, algún vehículo que pueda trasladarse a la frontera, porque no hay seguridad ninguna", propone Ahmad.

El miedo crece en Gaza y en Linares

Pasan los meses, y aunque ahora pueden hablar a diario con su madre y sus hermanos, el miedo en Gaza y en Linares no para de crecer. A principios de abril, el padre de Ahmad sufrió un infarto por la ansiedad que le está provocando la impotencia y la incertidumbre. Y en medio de tanta angustia, Ahmad reconoce que "lo más complicado ha sido sacarse el bachillerato", un esfuerzo para el que ha contado con el apoyo de sus amigos y que también ha hecho por su familia. "Para intentar que se evadieran, para que estuvieran orgullosos de mí". Lo están, pero no porque haya sacado matrícula de honor, sino porque sigue luchando por una reunificación necesaria para los suyos.