La antigua fábrica Clesa, un referente arquitectónico, declarada Bien de Interés Cultural
La Comunidad de Madrid ha dado luz verde a la máxima protección patrimonial para la antigua fábrica Clesa, un icono del racionalismo industrial diseñada por Alejandro de la Sota en 1958. Esta obra cumbre de la arquitectura se incorpora al catálogo de Bienes de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento, tal y como solicitaban expertos como William Curtis y Kenneth Frampton, así como el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) y la Academia de Bellas Artes de San Fernando.
La declaración BIC condiciona los usos del inmueble, que deberán ser compatibles con su valor patrimonial. El Gobierno regional aún no ha aclarado si esta condición afectará a los planes de la firma holandesa Kadans Science, que tenía previsto rehabilitar la fábrica para instalar laboratorios, oficinas y un pequeño centro cultural.
Un largo camino hacia el reconocimiento
La Dirección General de Patrimonio emitió en 2022 un primer informe desfavorable a la declaración BIC. Sin embargo, un segundo peritaje técnico ha recomendado finalmente la máxima protección para el edificio. La plataforma Liebre por Gato, que agrupa a 30 entidades vecinales y de defensa del patrimonio, jugó un papel clave en el proceso, presentando un recurso de alzada que dio lugar al segundo informe.
Futuro incierto para el proyecto de Kadans
La declaración BIC pone en entredicho el futuro del proyecto de rehabilitación de Kadans, presupuestado en 34 millones de euros. El Ayuntamiento de Madrid, propietario del suelo, había cedido la parcela a la compañía por un periodo de 75 años. Sin embargo, el uso terciario del inmueble podría verse limitado por la nueva catalogación.
Un varapalo para el exedil Mariano Fuentes
La declaración BIC supone un nuevo revés para el exedil de Urbanismo, Mariano Fuentes. Fuentes defendió firmemente el proyecto de Kadans, presentándolo como un ejemplo de colaboración público-privada. Sin embargo, el reconocimiento patrimonial del edificio podría echar por tierra sus planes.
Tras su salida del Ayuntamiento, Fuentes protagonizó un escándalo al fichar por la promotora inmobiliaria Vía Ágora, a la que había cedido cinco parcelas poco antes de dejar el cargo. La Oficina contra el fraude y la corrupción archivó el caso de puertas giratorias, pero el episodio dañó la imagen del exedil.