La leche de yegua y su extraordinario potencial para mejorar la salud
Investigadores de la Universidad Tecnológica de Pomerania Occidental (Szczecin, Polonia) han revelado el enorme potencial de la leche de yegua para crear alimentos funcionales que beneficien la salud. El estudio, publicado en 'PLOS One', destaca las numerosas propiedades beneficiosas de esta leche, similar en composición a la leche materna.
Composición única y beneficios para la salud
La leche de yegua contiene una baja proporción de caseína en relación con la proteína sérica, además de un bajo contenido en minerales, alto contenido en lactosa y un alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados. También es rica en fosfolípidos, ácidos grasos PUFA n-3, lactoferrina y lisozima. Estas sustancias bioactivas brindan beneficios para tratar o prevenir trastornos gastrointestinales y del sistema respiratorio.
Propiedades inmunomoduladoras y mejoras de la microbiota intestinal
La leche de yegua posee propiedades inmunomoduladoras que influyen positivamente en la composición de la microbiota intestinal. Inhibe las bacterias patógenas y estimula el crecimiento de las bifidobacterias.
Helados de leche de yegua mejorados
Los investigadores desarrollaron cuatro variantes de helado de leche de yegua para demostrar su potencial nutricional mejorado:
- Helado con bacterias de yogur sin inulina
- Helado con inulina
- Helado con inulina y 'Lacticaseibacillus rhamnosus' (LCR+I)
- Helado con 'Lactiplantibacillus'
El helado con inulina tuvo una acidez más baja, lo que sugiere que la inulina disminuye este parámetro. Todos los helados mantuvieron un buen sabor y contenían bacterias lácticas (BAL) vivas que permanecen estables durante toda su vida útil.
Beneficios de los probióticos y prebióticos
Los helados de leche de yegua pueden ser portadores de bacterias probióticas, que ejercen efectos positivos en la salud y el bienestar, previniendo el cáncer, reduciendo el colesterol y modulando el sistema inmunitario. La inulina, un prebiótico comúnmente utilizado, estimula la microbiota intestinal positiva y aumenta la supervivencia de las bacterias probióticas en el helado.
Este innovador enfoque para mejorar el perfil nutricional de los helados abre posibilidades para desarrollar alimentos más saludables y funcionales que promuevan el bienestar general.