La presunción de inocencia y el uso de la "N"

En el periodismo, es habitual omitir los nombres de los presuntos responsables en la cobertura de sucesos delictivos. Esta práctica se fundamenta en una serie de principios éticos, legales y de protección de los derechos humanos que pretenden evitar daños irreparables a las personas implicadas.

El principio de presunción de inocencia

El principio de presunción de inocencia establece que toda persona es considerada inocente hasta que se demuestre lo contrario en un tribunal. Identificar a un presunto delincuente antes de tiempo podría dar lugar a un juicio público y a un daño irreparable para su reputación, incluso si posteriormente resulta inocente.

Protección de menores de edad

En el caso de los menores de edad, la situación es aún más delicada. La ley prohíbe divulgar la identidad de niños y adolescentes implicados en delitos, ya sea como víctimas o como presuntos responsables.

Derechos humanos y derecho a la privacidad

Los derechos humanos y el derecho a la privacidad también amparan a los acusados y a sus familias. La divulgación de datos personales puede exponer a las personas al escarnio público, poner en riesgo su seguridad e incluso interferir en el desarrollo de las investigaciones judiciales.

El origen de la "N"

El origen de la "N" utilizada para designar a los presuntos delincuentes anónimos se remonta a la antigua locución latina "Nomen nescio", que significa "nombre desconocido" o "no sé el nombre". Esta expresión abreviada, "N.N.", no solo se emplea en contextos legales, sino que también se ha utilizado para preservar el anonimato de figuras históricas o literarias, o de aquellas que no eran muy conocidas o populares en sus respectivos ámbitos.

En el ámbito legal, el término "N.N." se utilizaba con la locución "Numerio Negidio", que puede traducirse como "me niego a pagar". De ahí que se adoptara para designar al acusado en los procesos penales.

Actualmente, "N.N." se utiliza en inglés como "No Name" o en español como "Ningún Nombre" para referirse a víctimas no identificadas o protegidas.

El uso de la "N" en el periodismo es una práctica esencial para garantizar el derecho a la presunción de inocencia, proteger a los menores de edad y salvaguardar los derechos humanos y el derecho a la privacidad de los implicados en sucesos delictivos.