La OEA califica la detención del gendarme argentino en Venezuela como "crimen de lesa humanidad"
La Organización de los Estados Americanos (OEA) condenó enérgicamente la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo en Venezuela, calificándola de "crimen de lesa humanidad" y una violación flagrante del derecho internacional.
"La detención arbitraria del gendarme Gallo es un claro ejemplo de la violación sistemática de los derechos humanos por parte del régimen de Maduro", afirmó el secretario general de la OEA, Luis Almagro.
La OEA exigió la liberación inmediata de Gallo y pidió a Venezuela que respete las normas internacionales sobre derechos humanos y relaciones internacionales.
Condiciones de detención inaceptables
La OEA también expresó su preocupación por las duras condiciones de detención de Gallo, incluida su incomunicación y la denegación de asistencia consular y legal. Estas acciones violan directamente la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares.
Reacción de Venezuela
Venezuela ha acusado a Gallo de pertenecer a un grupo vinculado a "la derecha internacional" y de intentar entrar ilegalmente en el país. El fiscal general, Tarek William Saab, justificó los cargos alegando que las declaraciones y acciones del gobierno argentino demuestran su complicidad en planes subversivos.
Medidas de la CIDH
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha otorgado medidas cautelares a favor de Gallo, exigiendo a Venezuela que garantice su protección y le permita comunicarse con su familia y representantes legales.
Solidaridad internacional
La detención de Gallo ha suscitado reacciones de condena en todo el mundo. El gobierno argentino ha pedido repetidamente a Venezuela que libere a su ciudadano, y otros países, como Estados Unidos y la Unión Europea, también han expresado su preocupación.
La detención de Nahuel Gallo es un grave recordatorio de la represión política y la violación de los derechos humanos que continúan teniendo lugar en Venezuela. La comunidad internacional debe seguir exigiendo la liberación de Gallo y de todos los presos políticos en el país.