El talco, clasificado como "posiblemente cancerígeno" por la OMS
Los estudios fueron realizados por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) de la OMS. Además, otros productos, como el acrilonitrilo, también fueron clasificados en este grupo.
Exposición al talco
La exposición al talco puede ocurrir tanto en el entorno laboral como en el uso de productos cosméticos y polvos corporales. En el entorno laboral, los trabajadores están en contacto con el mineral durante su extracción, molienda o procesamiento.
La población general, por otro lado, se expone al talco a través de productos cosméticos y polvos corporales que lo contienen. Estos productos incluyen polvos para bebés, bases de maquillaje y desodorantes.
Estudios sobre el talco y el cáncer
Los estudios que llevaron a la clasificación del talco como "posiblemente cancerígeno" incluyen estudios parciales en seres humanos y pruebas en animales de laboratorio. Los estudios en humanos se centraron en el cáncer de ovario, mientras que las pruebas en animales mostraron un aumento en la incidencia de cáncer.
Sin embargo, los expertos advierten que estos estudios tienen ciertas limitaciones. Algunos estudios no tuvieron en cuenta la exposición al amianto, que a menudo se encuentra contaminando el talco. Además, la mayoría de los estudios se centraron en el talco que contiene amianto, lo que dificulta sacar conclusiones sobre el talco sin amianto.
Controversia sobre el talco y el cáncer
La clasificación del talco como "posiblemente cancerígeno" ha generado cierta controversia. Las empresas que producen y venden productos que contienen talco han argumentado que no existe evidencia científica suficiente para respaldar esta clasificación.
En junio de 2022, la empresa Johnson & Johnson acordó pagar 42 millones de dólares para resolver demandas relacionadas con el cáncer de ovario causado por el uso de talco en sus productos. Sin embargo, otras investigaciones no han encontrado un vínculo estadístico entre el uso de talco y el cáncer de ovario.
La OMS recomienda que las personas limiten su exposición al talco, especialmente en el área genital. Los consumidores deben leer atentamente las etiquetas de los productos cosméticos y elegir productos que no contengan talco.