El crecimiento de la población humana está por detenerse
Actualmente, la tasa global de nacimientos por mujer es inferior a 2.1, el umbral necesario para que una población se mantenga estable sin migración. En una quinta parte de los países, como China, Italia, Corea del Sur y España, esta cifra es aún más baja, situándose en torno a 1.4 nacimientos por mujer.
Las Naciones Unidas han publicado un informe que prevé que la población mundial alcanzará un máximo de alrededor de 10.300 millones de personas en las próximas seis décadas.
Tras alcanzar ese pico, la población comenzará a disminuir, situándose en torno a los 10.200 millones a finales de siglo. Esto representa 700 millones menos de lo anticipado hace una década.
Según el informe, el descenso de la natalidad se debe a varios factores, entre ellos el elevado costo de vida, que genera dudas entre los jóvenes sobre la viabilidad de formar una familia.
Ante esta situación, los expertos proponen medidas para fomentar la natalidad, como permisos parentales, mayor flexibilidad laboral, guarderías asequibles y apoyo para el cuidado de personas mayores. También sugieren fomentar la equidad en las responsabilidades domésticas para aumentar la participación laboral de las mujeres y mejorar la seguridad económica de las familias.
El informe también destaca que en las últimas tres décadas ha habido una reducción de las tasas de mortalidad y un aumento considerable en la esperanza de vida.
En 2024, la esperanza de vida global alcanzó los 73.3 años, y se proyecta que para 2050 llegue a 80 años o más. Aunque vivir más puede parecer algo positivo, se prevé que para 2030 habrá más personas mayores de 80 años que bebés de menos de un año en el mundo.
Esta tendencia plantea desafíos para los sistemas de salud y de pensiones, y muchos países podrían no tener suficientes trabajadores cualificados en el futuro.
A pesar de todo, los expertos consideran que alcanzar un pico poblacional antes y más bajo de lo esperado tiene ventajas, como una menor demanda de recursos globales y una reducción del impacto ambiental provocado por la actividad humana.
Fuente: El Imparcial