La polarización política: el lagarto que desgarra relaciones y comunidades

En su incesante marcha por el mundo, la polarización política está dejando un rastro de destrucción en las relaciones de pareja, las familias, las comunidades e incluso las organizaciones políticas. Este dragón, tan feroz y depredador como el de Komodo, se ha convertido en una amenaza constante para la cohesión social.

El declive del amor

El amor, ese pilar fundamental de las relaciones humanas, se ve amenazado por la polarización política. La profesora Naomi Cahn, experta en derecho familiar de la Universidad de Virginia y la Universidad George Washington, señala que, si bien las diferencias de religión o raza eran tradicionalmente motivos de ruptura en algunas relaciones, en la última década la política se ha convertido en un tema aún más divisivo.

Según una encuesta citada por la doctora Cahn, en 2015 más de tres cuartas partes de los solteros que usaban el portal de citas Match.com estaban dispuestos a salir con alguien de un partido político diferente. Sin embargo, en 2022 esa cifra se redujo a la mitad, lo que indica un cambio significativo en las actitudes hacia las diferencias políticas.

La polarización política está creando una barrera entre las personas que tienen diferentes puntos de vista. La idea popular de que los polos opuestos se atraen ya no se sostiene, como afirma el profesor de psicología de la Universidad Complutense de Madrid, Alfredo Rodríguez. En general, las parejas que se mantienen unidas a lo largo del tiempo tienden a ser similares en inteligencia, atractivo físico, nivel educativo y estatus socioeconómico.

Familias divididas

La polarización política también está teniendo un impacto devastador en las familias. Los conflictos conyugales e intrafamiliares atribuibles a diferencias de percepción y apreciación sobre la situación política van en aumento, según los profesionales que trabajan en terapia de pareja y grupos de apoyo para parejas con dificultades.

La comunicación se vuelve difícil, ya que las personas se niegan a escuchar puntos de vista diferentes. Los desacuerdos políticos pueden convertirse en argumentos acalorados, erosionando la confianza y el respeto mutuo. Las familias se ven obligadas a tomar partido, creando divisiones que pueden ser difíciles de superar.

Las diferencias políticas pueden generar tensiones dentro de las familias, ya que las personas tienen diferentes puntos de vista sobre cuestiones importantes. Esto puede llevar a discusiones y desacuerdos, lo que dificulta mantener relaciones familiares armoniosas.

Comunidades fracturadas

La polarización política también está fracturando comunidades. Las personas ya no pueden relacionarse con aquellos que tienen diferentes puntos de vista, lo que conduce a la desconfianza y la hostilidad. Las comunidades se dividen en líneas partidistas, lo que dificulta la cooperación y el compromiso.

El papel de los medios

Es posible que los medios de comunicación desempeñen un papel en el fomento de la polarización política. La cobertura sesgada y la falta de representación de diferentes perspectivas pueden exacerbar las divisiones y crear una falsa sensación de consenso.

Las redes sociales también han contribuido a la polarización política. Las personas se rodean de personas que comparten sus puntos de vista, lo que les lleva a creer que sus opiniones son más populares de lo que realmente son.

La necesidad de un diálogo

Ante esta creciente amenaza, es fundamental fomentar el diálogo y la comprensión entre personas con diferentes puntos de vista. Debemos trabajar para encontrar puntos en común y construir puentes entre las divisiones políticas.

Es importante recordar que, a pesar de nuestras diferencias, todos somos seres humanos con los mismos valores fundamentales. La democracia, la humanidad, los derechos, el patrimonio natural y la crianza son elementos esenciales de la cohesión social y deben estar por encima de las preferencias políticas y las cargas ideológicas.

Solo a través del diálogo y la comprensión podremos superar la polarización política y reconstruir nuestras relaciones, familias y comunidades.