La disputa política entre el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en torno a la gestión de las inundaciones provocadas por la gota fría (dana) en la provincia de Valencia se intensifica. El último frente del enfrentamiento se ha centrado en la vestimenta empleada por los representantes de ambos partidos.
Ropa de protección vs. tacones
La vicepresidenta valenciana, Susana Camarero, del PP, ha criticado la actitud de la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, del PSPV-PSOE, acusándola de "hacer política con un traje de protección civil y en la puerta del Cecopi [Centro de Coordinación Operativa Integrado]". Bernabé, que ha asistido a varias reuniones del Cecopi con ropa de protección y botas de agua, ha respondido que en los pueblos afectados que visita no ve a la gente "con tacones y falda".
El reproche de Camarero se produjo en respuesta a la diputada socialista Rosa Peris, quien acusó al nuevo vicepresidente segundo, el teniente general Francisco José Gan Pampols, de haberse "aumentado el sueldo" con un decreto aprobado por el Consell tras su toma de posesión.
La vicepresidenta del Consell ha exigido al PSOE que deje de lado "los bulos, mentiras y tergiversaciones" y se centre en "la reconstrucción". También ha comparado el salario de Bernabé, de 98.451 euros anuales, con el del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de 80.000 euros.
Por su parte, Bernabé ha afirmado que cada uno se "define con sus opiniones y valoraciones". "Vengo vestida porque no puedo venir con tacones a los pueblos a los que estoy yendo todos los días", ha declarado.
Crítica a la ausencia de autoridades
La controversia sobre la vestimenta ha puesto de relieve la ausencia de las principales autoridades de la Generalitat en las zonas afectadas. El pasado domingo, Bernabé recibió abucheos e insultos de algunos vecinos de Massanassa durante una visita. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y la vicepresidenta, Susana Camarero, no acudieron al lugar de los hechos.
La última vez que Mazón participó en un acto público en una localidad damnificada fue el 19 de noviembre, durante la visita de los Reyes a Chiva. La manifestación contra su gestión del 9 de noviembre reunió a más de 100.000 personas en Valencia.