El avance de la rendición de cuentas como política de Estado
En el contexto actual, caracterizado por la sociedad de la información y el conocimiento, la rendición de cuentas emerge como un valor fundamental para las democracias modernas. Andreas Schedler, investigador del CIDE, define este concepto como "comprensivo" para controlar el ejercicio del poder, con tres propósitos específicos: apertura a la inspección pública, explicación y justificación de actos, e imposición de sanciones cuando corresponda.
Dimensiones de la rendición de cuentas
Institucionalidad y rendición de cuentas
Colmenares Páramo subraya la necesidad de contar con instituciones sólidas encargadas de revisar, analizar, fiscalizar y evaluar el actuar de las organizaciones del Estado. Estas instituciones garantizan un proceso de rendición de cuentas permanente.
Horizontalidad y verticalidad en la rendición de cuentas
El politólogo Guillermo O'Donnell distingue entre rendición de cuentas horizontal y vertical. La horizontal se da entre agencias estatales con autoridad para emprender acciones de revisión y/o fiscalización. La vertical, por su parte, implica una relación de subordinación entre mandatarios y mandantes, donde el pueblo y las organizaciones sociales vigilan y apoyan a las instituciones gubernamentales.
Hacia una política de Estado insustituible
Colmenares Páramo afirma que el concepto de rendición de cuentas ha avanzado hacia una política de Estado insustituible. Esto se evidencia en la conformación de instrumentos jurídicos que sustentan su función y en la creación de instituciones con capacidades técnicas eficaces.