La sabiduría y la astucia aumentan con la edad

Contrario a la creencia popular de que el envejecimiento implica una disminución de la agudeza mental, un estudio publicado en Scientific American revela que el paso de los años conlleva una mayor sabiduría y estabilidad emocional, un hecho que las personas mayores han sostenido durante generaciones.

La experiencia acumulada aporta ventajas

Este estudio ofrece una nueva perspectiva sobre las habilidades y el bienestar emocional de los adultos mayores, destacando que, lejos de "declinar", su capacidad para resolver problemas y su comprensión del mundo tienden a mejorar.

Sin embargo, el profesor John Rowe, especialista en envejecimiento de la Universidad de Columbia, afirma que, si bien algunos pueden experimentar dificultades cognitivas, otros muestran lo contrario: de las personas mayores de 77 años estudiadas, tres cuartas partes no presentaron demencia ni deterioro significativo, y muchas fortalecieron habilidades como la resolución de conflictos y el bienestar emocional.

La psicóloga y experta en relaciones Susan Quilliam celebra estos hallazgos, recordando que en la antigüedad se valoraba el conocimiento de los ancianos. A medida que envejecemos, la impulsividad disminuye y nuestras decisiones son guiadas por una agudeza mental más sofisticada.

El "cerebro emocional" maduro

Este "cerebro emocional" maduro, menos influenciado por las hormonas y más reflexivo, también nos hace menos susceptibles a las distracciones y permite que el aprendizaje y la serenidad se afiancen en la vida diaria.

Los adultos mayores suelen abordar los problemas de manera más estructurada y menos impulsiva que en su juventud. Esto representa una ventaja en situaciones conflictivas, ya que la experiencia acumulada les enseña a ver el mundo con una perspectiva menos rígida y en tonos menos absolutos.

Cambios en las prioridades

A medida que las personas envejecen, también reorganizan sus prioridades y experimentan una mayor gratitud y aprecio por las experiencias cotidianas. Para Quilliam, entre los 60 y los 80 años existe un "período dorado" en el que las personas disponen de más tiempo para disfrutar de sí mismas.

Lejos de perder relevancia, los adultos mayores poseen una experiencia de vida que los enriquece en múltiples aspectos. Esta visión renovada sobre el envejecimiento invita a apreciar y valorar más a quienes tienen mucho más para ofrecer que cuando eran jóvenes.

Fuentes