Los estudiantes ya no se examinarán de lecturas obligatorias en la Selectividad

A partir de la convocatoria de 2025, los alumnos que realicen la Selectividad ya no tendrán que examinarse de las lecturas obligatorias de Literatura castellana y catalana. Así lo han acordado los departamentos de Educación y Universidades, en el seno del Consejo Interuniversitario de Cataluña.

Nuevas pruebas, nuevas competencias

La decisión de eliminar las lecturas obligatorias se enmarca en la reforma de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU), que se está llevando a cabo para adaptarlas a la nueva ley estatal educativa, la Lomloe. El objetivo es que las pruebas tengan un carácter más competencial, es decir, que evalúen las habilidades y capacidades de los estudiantes, más que sus conocimientos específicos.

Lecturas guiadas y actividad de lectura

Aunque no habrá lecturas obligatorias, el Departamento de Educación asegura que los alumnos seguirán realizando actividades de lectura durante el curso. Los centros educativos ofrecerán propuestas de lecturas guiadas y los estudiantes tendrán que hacer varias lecturas para consolidar las competencias y saberes necesarios.

Preocupación entre el profesorado

La decisión de eliminar las lecturas obligatorias ha generado preocupación y críticas entre el colectivo del profesorado, que teme que la lectura pierda peso en el currículo escolar.
Aïda Ayats, del Col·lectiu Pere Quart, una asociación formada por profesores que defienden la literatura catalana en las aulas, lamenta que la mayoría de los alumnos tendrá el bachillerato sin haber leído nunca una obra literaria en catalán.

Literatura más sencilla en entornos más vulnerables

Ayats también teme que cada instituto elija los títulos de las lecturas guiadas, lo que podría llevar a que se opte por literatura más sencilla en entornos más vulnerables. "Esto va en contra de la igualdad de oportunidades", afirma.

El peligro de que la lectura pierda peso

Joan Cumeras, director del instituto Santiago Sobrequés de Girona y miembro de la Junta Central de Directores, entiende que la Generalitat ha tomado esta decisión para avanzar hacia un sistema más competencial, pero alerta del peligro de que la lectura "pierda peso".

Hasta ahora, cada alumno de bachillerato debía leer dos obras en catalán y castellano cada curso. "Ello garantizaba que llegaran a la Selectividad habiendo leído, como mínimo, cuatro libros", subraya el director. "Puede ser que ahora los alumnos tiendan a preocuparse más por cuestiones genéricas sobre literatura que de la lectura en sí, y no hay nada más competencial que hacer una lectura activa para comprender el mundo", añade.