La tecnología está revolucionando la forma en que abordamos la atención de la salud mental. Desde facilitar el acceso a la atención, hasta medir su impacto e incluso brindar atención a través de nuevas plataformas emergentes como la inteligencia artificial, no se puede negar que esta ola de innovación está teniendo un impacto en la vida de las personas con problemas de salud mental.
Si bien es fácil dejarse llevar por la última tecnología y el potencial influencia que podría tener, es importante recordar el papel fundamental que estas plataformas deberían desempeñar cuando se trata de mejorar los resultados para el paciente. Especialmente cuando se trata de algo tan importante como la salud mental de una persona, el factor humano debe primar.
En resumen: el futuro de la salud mental siempre debe ser humano. Para lograr un enfoque humano en la tecnología, debemos construir y diseñar productos con elementos que se centren en el usuario final, resuelvan problemas humanos y estén diseñados para reflejar el futuro y adaptarse a las personas en constante cambio.