La terraza con jardín más romántica de Madrid: comida francesa con luces y aire

Cuando las temperaturas empiezan a subir, los madrileños y visitantes buscan las terrazas de los mejores restaurantes de la ciudad. Sin embargo, el calor no siempre permite disfrutar de una experiencia agradable al aire libre.

Para los que buscan un oasis de frescura y romanticismo, la terraza del restaurante francés Brasserie Lafayette es el lugar ideal.

Este bonito espacio, escondido en la calle Recaredo, cuenta con un jardín secreto que ha sido recientemente equipado con aire acondicionado. De esta manera, las comidas (y también algunas cenas, en los días de calor más sofocantes) se desarrollarán en un ambiente fresco y confortable.

Una carta veraniega con toques franceses

El enfoque veraniego también se refleja en la carta del restaurante. El tradicional ratatouille francés se sirve ahora con una espuma de ave de lo más apetecible. Otra opción perfecta es el arroz meloso Nantua con carpaccio de quisquillas, que se puede pedir en media ración o completa, y que se acompaña de una particular versión de la salsa Nantua, elaborada con quisquillas en lugar de los tradicionales cangrejos de río.

Para maridar los platos, nada mejor que los vinos de la cava que controla el summiller y jefe de sala de Lafayette, el francés Sébastien Leparoux. Enamorado de los vinos galos y de los jereces, es recomendable confiarse a su ingente conocimiento para encontrar el vino perfecto.

El brunch de los domingos, un éxito rotundo

Cada domingo, la terraza de Brasserie Lafayette acoge un exitoso brunch de tres pasos. Por 35 euros por persona, los comensales pueden disfrutar de una selección de entrantes, un plato principal y un postre.

Entre los entrantes, destacan el gazpacho de remolacha con virutas de queso Comté, el croissant relleno de salmón ahumado y aguacate con aliño de mostaza, y la brocheta de piña y frambuesa con menta y chocolate.

Como plato principal, se puede elegir entre los huevos benedict con salsa holandesa, la crepe de ratatouille, la hamburguesa Lafayette o el croque monsieur con confit de pato trufado.

Para terminar, los postres ofrecen una minimilhoja de créme brûlée o un minisablé de limón con tejas de merengue. El brunch incluye también café o infusión y zumo de naranja natural.