La agonía de Diallo Sissoko, el migrante maliense que murió en Madrid
Diallo Sissoko, un joven maliense de apenas 21 años, falleció el pasado 21 de octubre tras una larga agonía en el campamento de migrantes de Alcalá de Henares (Madrid). Sus compañeros de carpa presenciaron impotentes su sufrimiento durante la última semana, en la que el dolor en el pecho no le daba tregua.
Sissoko llegó a España el pasado 27 de agosto, huyendo de la guerra en Malí. Tras un breve paso por un macrocampamento en Tenerife, fue trasladado al de Alcalá de Henares, donde los migrantes y refugiados pueden permanecer durante meses.
En el momento de su muerte, el campamento no contaba con un médico, ya que la ONG Accem, responsable de su gestión, había rescindido el contrato con la empresa que prestaba el servicio sanitario.
Según los testimonios de los compañeros de Sissoko y de los sanitarios que trabajaron en el campamento, las carencias asistenciales eran notables: "No había medidas higiénicas ni sanitarias adecuadas, faltaban guantes, medicamentos, se compartían nebulizaciones y tratábamos casos de salud pública como tuberculosis, sarna o COVID-19. La atención que recibían era precaria", relata uno de ellos.
A pesar de que Sissoko acudió al hospital el 15 de octubre, donde le diagnosticaron una infección en las vías respiratorias, no le recetaron antibióticos. El dolor en la pierna izquierda, donde se sospecha que podría haber tenido un trombo, fue tratado con una simple crema antiinflamatoria.
El caso de Sissoko ha puesto de manifiesto las deficiencias del sistema de acogida de inmigrantes en España, donde las quejas sobre la atención médica son habituales en los centros de Canarias y de la península. Este mismo año, un marroquí de 22 años murió en un albergue gestionado por Cruz Roja en San Fernando de Henares (Madrid).
Exigencias de mejoras
Tras la muerte de Sissoko, un grupo de malienses se concentró a las puertas del campamento para protestar por las carencias asistenciales y exigir mejoras. También la plataforma "Yo Sí Atiendo", formada por médicos y sanitarios que atienden a inmigrantes, ha reclamado una atención sanitaria continuada y de calidad para los refugiados que llegan a España.
El Ministerio de Migraciones, competente en la acogida de inmigrantes, no obliga a las ONG a contar con un médico en sus centros, ni siquiera en instalaciones como la de Alcalá de Henares, que acoge a unas 1.500 personas.
El caso de Diallo Sissoko es un trágico recordatorio de las carencias del sistema de acogida de inmigrantes en España y de la necesidad de mejorar la atención sanitaria que reciben estas personas.
En los últimos años, ya son tres los jóvenes migrantes que han fallecido en centros de acogida en España. Es urgente tomar medidas para garantizar que estas tragedias no se repitan.