La bancada de la Unión Cívica Radical (UCR) en la Cámara de Diputados de Argentina se ha dividido tras una reunión realizada el miércoles pasado. El diputado por Formosa, Fernando Carbajal, ha manifestado la postura del nuevo bloque constituido por 12 legisladores, liderados por Facundo Manes y Martín Losteau.

Declaraciones de Fernando Carbajal

Carbajal ha expresado su desacuerdo con la postura adoptada por otros miembros del partido, quienes han mostrado cercanía con el Gobierno nacional. En este sentido, ha afirmado: "No hay que ir con rodilleras arrastrándose a la Casa Rosada".

El legislador ha criticado el liderazgo de Rodrigo De Loredo, presidente del bloque de Diputados de la UCR, calificándolo como "un personaje de segunda línea". Carbajal considera que De Loredo ha perdido su rol de conductor y que la línea política del grupo que este lidera la está marcando el diputado Ricardo Alfonsín.

Carbajal ha enfatizado que el nuevo bloque se opone al apoyo incondicional al oficialismo y que no votará a favor de medidas que consideren perjudiciales para la sociedad, como el veto a la ley de financiamiento universitario.

Razones de la división

La división en la UCR se ha producido por diversas razones, entre las que se encuentran las diferencias en cuanto al apoyo al Gobierno, la conducción del bloque y el futuro del partido.

El nuevo bloque, liderado por Manes y Losteau, considera que la UCR debe mantener su independencia y oponerse a las políticas del oficialismo cuando sea necesario. Este grupo también ha criticado el liderazgo de De Loredo y ha abogado por una renovación en la conducción del partido.

Por su parte, el bloque liderado por De Loredo ha defendido su cercanía con el Gobierno, argumentando que es necesario para lograr avances en cuestiones de interés para el país. Este grupo también ha rechazado las críticas a De Loredo y ha afirmado que cuenta con el apoyo de la mayoría de los diputados de la UCR.

Posibles consecuencias

La división en la UCR podría tener varias consecuencias para el partido y para la política argentina en general.

En primer lugar, la división podría debilitar a la UCR como fuerza política. El partido ya se encontraba dividido en varias facciones y la nueva ruptura podría fragmentarlo aún más.

En segundo lugar, la división podría dificultar la gobernabilidad del país. La UCR es uno de los principales partidos de la oposición y su división podría dificultar la formación de acuerdos políticos.

En tercer lugar, la división podría afectar al proceso electoral de 2023. La UCR es uno de los principales candidatos a ganar las elecciones presidenciales y su división podría complicar sus chances de victoria.

Citas

Referencias