La vergüenza de la violencia sexual debe recaer sobre el victimario

En un discurso conmovedor en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el Dr. Denis Mukwege, ganador del Premio Nobel de la Paz 2018, instó a un cambio de paradigma en la forma en que se aborda la violencia sexual.

El Dr. Mukwege, un ginecólogo que ha dedicado su vida a tratar a víctimas de violencia sexual en la República Democrática del Congo, enfatizó que la violencia sexual es un crimen atroz que destruye vidas y comunidades.

"Las víctimas de violencia sexual a menudo son estigmatizadas y culpadas, lo que las lleva al silencio y la vergüenza", dijo Mukwege. "Debemos romper este ciclo de silencio y responsabilizar a los perpetradores de estos crímenes atroces".

Mukwege hizo un llamado a todos los sectores de la sociedad para trabajar juntos para poner fin a la violencia sexual. Instó a los gobiernos a promulgar leyes más estrictas y a fortalecer los sistemas de justicia para garantizar que los perpetradores rindan cuentas.

También pidió a los medios de comunicación que informen sobre la violencia sexual de manera responsable y a las comunidades que brinden apoyo y protección a las víctimas.

"La violencia sexual es una pandemia silenciosa que ha devastado la vida de innumerables mujeres y niñas en todo el mundo", dijo Mukwege. "Es hora de que actuemos para poner fin a esta atrocidad y crear un mundo donde las mujeres y las niñas puedan vivir libres de violencia".

Estadísticas alarmantes

La violencia sexual es un problema global que afecta a millones de personas cada año. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual en su vida.

En la República Democrática del Congo, donde trabaja el Dr. Mukwege, la violencia sexual se ha utilizado como arma de guerra durante décadas. El país tiene una de las tasas más altas de violencia sexual en el mundo.

El conflicto en curso en la República Democrática del Congo ha desplazado a millones de personas, lo que las ha hecho aún más vulnerables a la violencia sexual. Las mujeres y las niñas desplazadas a menudo viven en campamentos superpoblados, donde tienen poco acceso a alimentos, agua y atención médica.

Cómo ayudar

Hay muchas maneras de ayudar a poner fin a la violencia sexual. Puede: