La vida en los municipios valencianos afectados por las inundaciones sigue lejos de haber recuperado la normalidad, el agua dejó al menos 16.000 niños y adolescentes sin escolarizar; solo hay 365 viviendas sociales disponibles mientras que la riada ha dejado 2.147 casas en las que no se puede vivir. El Consorcio de Compensación de Seguros ha contabilizado 48.003 casas con algún tipo de daño, una cifra que solo contempla las viviendas aseguradas y el número final puede ser mucho mayor. La red ferroviaria de la comarca de L’Horta Sud no se reactivará hasta mediados del año 2025, los riesgos para la salud pública por las inundaciones siguen latentes y empresas afectadas han sufrido pérdidas de 9.365 millones de euros.

Vivienda:

La Consejería de Vivienda de la Generalitat ha decretado el desalojo de 491 viviendas por problemas estructurales y otras 1.656 no reúnen las condiciones mínimas de habitabilidad, una cifra que puede aumentar ya que todavía hay muchas viviendas que no han sido revisadas tres semanas después del desastre. De las viviendas afectadas, 130 tendrán que ser demolidas. La Generalitat dispone de viviendas públicas para los damnificados, pero el número es insuficiente para cubrir la demanda. Apenas se han presentado 300 peticiones de ayuda al alquiler, por la complejidad de los trámites. La Sareb pondrá a disposición de los afectados 150 viviendas de las 1.000 que dispone en la Comunidad.

Educación:

Más de 16.000 estudiantes siguen sin escolarizar. Parte de los Ayuntamientos y los centros educativos se muestran escépticos después de que previsiones anteriores se hayan incumplido. La Consejería de Educación no ha contestado a las peticiones de información, la mayoría de los estudiantes deberían volver a las aulas el lunes, aunque los centros de educación primaria y secundaria presentan dificultades por el mal estado de las infraestructuras, que impiden la movilidad y la presencialidad; los centros educativos han tenido que improvisar espacios para que los niños puedan reunirse, dadas las condiciones y el mal estado de las infraestructuras. La comunidad educativa exige la dimisión del presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, y del consejero de Educación, José Antonio Rovira por la nefasta gestión y falta de información sobre el estado de las infraestructuras escolares.

Salud:

La asistencia sanitaria aún no ha recuperado la normalidad y se mantiene la vigilancia para evitar riesgos de salud pública. La riada dañó 57 centros de salud, 10 requieren reparaciones importantes y 17 todavía no funcionan con cita previa, pero atienden “a demanda”. Otros 15 consultorios auxiliares también se vieron afectados y todavía no han abierto las agendas para dar citas. El consultorio de Beniparrell es la única instalación sanitaria que todavía no ha reabierto, el agua tiró abajo la pared del patio trasero e inundó la planta baja. Uno de los factores que hizo que la riada no derivase en una gran crisis sanitaria fue que no afectó a ningún hospital. La asistencia no llegó a interrumpirse y se habilitaron puntos de atención médica en dependencias municipales, sumándose numerosos voluntarios sanitarios a los equipos de los centros de salud de la zona. La Delegación de Médicos Sin Fronteras visitó centros de salud y expuso a los sanitarios cómo se organiza la ONG en contextos catastróficos. Hasta el momento no se ha detectado un aumento de casos de hepatitis A, pero se controla que los mosquitos no actúen de vector de enfermedades.

Infraestructuras:

El día 28 de octubre circulaban entre Valencia y su área metropolitana 1,7 millones de personas al día. 24 horas después la comunicación con el sur se rompió. 75 municipios afectados siguen con dificultades en sus carreteras locales, aunque también autonómicas y estatales. No queda apenas rastro de que alguna vez llegara el metro a algunas localidades, en Paiporta, las vías del tren ya no existen y la estación sigue arrasada. Las autoridades señalan que el servicio del metro se recuperará a mediados del año que viene. La única opción de transporte público son las 27 nuevas líneas de autobús lanzadera que ha puesto el gobierno autonómico, seguirá siendo así hasta al menos el segundo trimestre de 2025. A la escasez de transporte público se agrega el problema de la pérdida de vehículos, el Consorcio de Compensación de Seguros registró hasta la semana pasada 83.000 expedientes por vehículos de motor. La Generalitat ha invertido 100 millones de euros para reconstruir solo las carreteras autonómicas. Hay decenas de depuradoras y tuberías para el alcantarillado destrozadas.

Empresas:

Las empresas afectadas han sufrido un golpe de 9.365 millones de euros. El sector empresarial de agroalimentación es el más afectado, con unas pérdidas de 3.350 millones. El sector del metal estima unas pérdidas de 1.488 millones de euros y unas 6.150 empresas afectadas. La Generalitat informa de que ha invertido ya 100 millones de euros para reconstruir solo las carreteras autonómicas. El Ministerio de Industria está trabajando “en nuevas medidas para ayudar a las empresas afectadas”, una de ellas es la puesta en marcha de ayudas a todos aquellos que hayan perdido su coche.

Agricultura:

El sector agrario ha sufrido pérdidas totales por 1.089 millones de euros en la región. Muchas de las explotaciones en las localidades afectadas han quedado completamente anegadas, con árboles sumergidos en capas de lodo y escombros. El ministerio de Agricultura ha desplegado un paquete de ayudas de 170 millones de euros para la reconstrucción de la infraestructura afectada por la riada. La Generalitat Valenciana ha dispuesto otros 20 millones de euros para cubrir las cerca de 70.000 hectáreas afectadas, pero el sector considera que serán insuficientes para salvar las cosechas.