Íñigo Errejón, al borde del abismo

El exdiputado se ha empleado a fondo en su postrera negociación para convencer de que era útil para la democracia ayudar al giro social del PP.

Íñigo Errejón ha sido en estos 10 años de su etapa en primer plano de la política una persona y un personaje muy accesible para la prensa. En público y en privado. Pero también singular, peculiar, en ocasiones extraño, con un perfil notablemente ideológico e intelectual, ahora no frecuente, que le gustaba cuidar tanto como su imagen mediática.

Hasta esta semana. Este pasado martes, como tras todas las Juntas de Portavoces del Congreso, Errejón apareció por la sala de prensa el último al final de la mañana y enumeró los temas en la agenda poniendo el acento que le da Sumar al problema de la vivienda en todos sus frentes. Fue ahí cuando advirtió al Gobierno del PSOE, del que Sumar forma parte, de que si no se producían ya propuestas muy concretas se podría estar ante “una encrucijada para el resto de la legislatura”. Cuando se le interrogó más tarde sobre qué había querido insinuar con ese aviso se remitió a una comparecencia suya posterior a la que estaba registrada de la ministra de Vivienda en el pleno del miércoles.

Sumar concitó ahí el apoyo del PP, y de otros muchos grupos, con hasta 314 votos a favor y solo 31 de Vox en contra, pero dejó en el enrevesado ambiente que reside en la política nacional y del Congreso que estaba bien poder pactar algo con los populares. El PP, a cambio, se quedó con esos votos de Sumar y también de Podemos, para que el Gobierno informe más al Parlamento cuando decida desplegar misiones militares en el exterior.

  1. **Autor:** Javier Casqueiro
  2. **Página web:** https://elpais.com/espana/2024-10-24/las-ultimas-y-raras-24-horas-del-portavoz-en-el-congreso.html