Las manzanas se tiñen de rojo incluso a 41 grados: los agricultores catalanes crean nuevas variedades adaptadas al cambio climático

Las dos primeras variedades de manzana obtenidas en Cataluña, y en el conjunto de España, adaptadas específicamente a climas cálidos con muy altas temperaturas en verano, ya son una realidad tras más de dos décadas de mejora genética y desarrollo científico.

La 'Tutti', roja y dulce; y la 'Stellar', la primera temprana

La primera de ellas, la manzana 'Tutti', fue presentada el año pasado y destaca por su intenso sabor dulce y su color rojo. La segunda, la 'Stellar', que se presentará en los próximos días, es la primera variedad temprana, ya que su cosecha se realiza a finales de julio. Incluso con temperaturas de hasta 41 grados, como las registradas este verano, consigue un tono rojo brillante, algo que no ocurre con las variedades más tradicionales.

Entre las ventajas de las nuevas variedades se encuentra su capacidad para crecer tanto en climas templados como en zonas muy cálidas, lo que hace que su cultivo sea rentable en casi toda Europa.

Cataluña, principal zona productora de manzanas en España

Cataluña es la principal área de producción de fruta dulce de toda España, que a su vez es el trigésimo séptimo productor mundial de manzana. La previsión para este año es que se produzcan 268.770 toneladas, un 13% más que el año pasado y un 3% más que la media del último lustro. Lleida es la principal zona de producción, con unas 171.000 toneladas, seguida de Girona.

El cambio climático amenaza a las variedades tradicionales

El aumento de las temperaturas debido al cambio climático está poniendo en peligro las variedades tradicionales de manzana. La producción de la 'Red Delicious' ha disminuido un 14% y los expertos calculan que acabará desapareciendo por falta de adaptación. La 'Gala', la segunda más vendida tras la 'Golden', también está teniendo problemas para mantener una buena textura y un color intenso debido a las altas temperaturas.

Un proceso de creación largo y laborioso

La creación de nuevas variedades de manzana es un proceso muy lento y laborioso que se basa en métodos clásicos de mejora genética. Los investigadores cruzan el polen de una variedad con una flor de otra, obteniendo miles de semillas que son sembradas en el terreno más caluroso del IRTA, en Gimenells (Lleida). Solo los árboles que dan frutos de buena medida, color, textura y calidad pasan a la siguiente fase.

Después de unos cuatro años, los frutos se recogen y se guardan en una cámara frigorífica durante 11 semanas. Si mantienen su calidad, se sabe que son resistentes. Posteriormente, se analizan quince parámetros y solo unos 50 árboles de los 10.000 plantados pasan a la siguiente fase. De estos 50, se hacen 12 copias de cada uno y sus frutos se vuelven a catar en dos o tres años. Solo uno o dos árboles pasan a la tercera fase.

La 'Stellar', una variedad temprana y resistente

La 'Stellar' madura unos 10 días antes que la 'Gala', lo que la convierte en la primera variedad en el calendario de producción. De esta forma, se puede disfrutar de manzanas frescas en verano, incluso con las altas temperaturas de julio y agosto. Además, desarrolla un color rojo muy brillante y atractivo.

A partir de 2025, se espera comercializar otras dos variedades obtenidas también para tolerar climas cálidos.