Las pelotas de goma antidisturbios vuelven a convertirse en un obstáculo para la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ley mordaza. La negociación para modificar esta norma, aprobada por el PP en 2015, se ha reanudado en la actual legislatura y uno de sus principales escollos es el uso de este material por parte de las fuerzas de seguridad.
El rechazo a las pelotas de goma
Varios partidos políticos exigen su prohibición definitiva, entre ellos Junts, Podemos y BNG. Junts plantea que se prohíba su uso a partir del 31 de diciembre de 2025. Podemos, por su parte, propone prohibir expresamente su uso en el mismo momento en que entre en vigor la nueva ley.
EH Bildu y ERC también piden su eliminación, pero dan un plazo de un año para hacerlo. El PSOE, su socio de Gobierno, Sumar y el PNV defienden la creación de protocolos específicos para su uso y su sustitución progresiva por otros medios menos lesivos, pero sin fijar una fecha límite.
Los argumentos a favor de la prohibición
Los colectivos sociales que abogan por eliminar las pelotas de goma argumentan que son un peligro para la integridad física de las personas. Citan un informe de la asociación catalana de defensa de los derechos humanos Iridia que asegura que entre 2000 y 2020, 26 personas resultaron afectadas por el impacto directo de pelotas de goma. De ellas, una falleció y 15 sufrieron la inutilización o pérdida de un órgano.
La postura de los sindicatos policiales
Los sindicatos policiales rechazan la retirada de las pelotas de goma, ya que consideran que supondría una pérdida operativa para los agentes cuando deben hacer frente a altercados callejeros violentos.
El debate continúa
La negociación para reformar la ley mordaza está en curso y el uso de las pelotas de goma es uno de los puntos más controvertidos. Queda por ver si los diferentes grupos políticos lograrán alcanzar un acuerdo que permita modificar esta norma.