Las ventanillas de vino en Florencia: Una resurgente tradición histórica

Florencia, la cuna del Renacimiento, no solo cautiva con su imponente arquitectura y su arte inigualable, sino también con sus costumbres únicas. Entre sus adoquinadas calles, junto al icónico Duomo y el Puente Vecchio, se esconden pequeños tesoros culturales: las "buchette di vino" o ventanillas de vino.

Estas ventanillas tienen su origen en 1559, cuando Cosimo I de' Medici permitió a las familias nobles vender vino de sus viñedos directamente desde sus palacios en Florencia, libres de impuestos pero en cantidades limitadas. En aquella época, el vino era más que una bebida recreativa: era una necesidad diaria, ya que el agua de la época era peligrosa y estaba contaminada.

Innovación y evolución

Originalmente, las ventanillas eran simples aberturas en las puertas de madera, pero con el tiempo se integraron en las paredes de piedra de los edificios. Los compradores tocaban un timbre o golpeaban suavemente la pequeña puerta, y el "cantiniere", o encargado de la bodega, les entregaba el pedido desde una bodega subterránea.

Durante la peste bubónica en el siglo XVII, estas ventanillas se convirtieron en una medida de protección: el vino se servía a través de un embudo y las monedas se desinfectaban en vinagre antes de ser aceptadas.

Aunque esta práctica fue desapareciendo en el siglo XX, las ventanillas de vino encontraron una nueva vida durante la pandemia de COVID-19, cuando restaurantes como Babae comenzaron a usarlas como una forma segura de servir bebidas y comida. La serie de televisión "Searching for Italy", protagonizada por el actor Stanley Tucci, también impulsó su popularidad al mostrar al actor probando vinos en una de estas ventanillas.

Un renacimiento en el siglo XXI

Hoy en día, unas diez ventanillas han sido restauradas en Florencia, ofreciendo no solo vino, sino también café, comida y hasta helado. Lugares como Cantina de' Pucci y Gastronomia Duomo han revivido esta tradición, atrayendo tanto a locales como a turistas que disfrutan de la mezcla perfecta entre historia y gastronomía.

La Asociación Cultural Buchette del Vino trabaja activamente para preservar esta tradición, instalando placas en las ventanillas originales y promoviendo su valor histórico. Aunque no todas están en funcionamiento, como la famosa ventanilla del Palazzo Antinori, su presencia sigue siendo un recordatorio del ingenio florentino y su pasión por el vino.

Hoy, pasear por las calles de Florencia y detenerse en una "buchetta di vino" no solo es un acto de indulgencia, sino también una forma de conectar con siglos de historia y tradición toscana.

- Rocky Ruggiero, historiador