El congreso de Junts exhibe la claudicación de Borràs ante el control de Puigdemont y Turull
La expresidenta del Parlament, con una sentencia judicial por falsedad y prevaricación, cede el paso dejando un mensaje: “Ni la represión ni este mundo tan oscuro de la política no me ha cambiado”
El congreso de Junts per Catalunya en Calella (Barcelona), que se desarrolla hasta el domingo, ha servido para certificar la claudicación de Laura Borràs ante el control que ejercen Carles Puigdemont y Jordi Turull sobre el partido independentista.
Borràs, hasta ahora presidenta de Junts, ha anunciado que abandona la cúpula del partido tras constatar que no cuenta con el apoyo de la militancia. Su relevo llega tras pedir la amnistía de su condena de 4 años y medio de cárcel por trocear contratos públicos, y conlleva una derrota personal en la lucha interna que ha mantenido con Turull, secretario general del partido.
Puigdemont, que no está previsto que haga acto de presencia en el congreso para evitar el riesgo a ser detenido si entra en Cataluña, ha decidido regresar al mando de la formación y ha fallado a favor de Turull en la lucha interna con Borràs.
En las vicepresidencias, Puigdemont también tendrá a personas de su máxima confianza y hasta ahora muy alineadas con su estrategia, como Míriam Nogueras o Antoni Castellpa.
El congreso de Junts pone de manifiesto la división interna que vive el partido, con una parte de la militancia que sigue apoyando a Borràs y otra que considera que Turull es el líder más adecuado para afrontar el futuro.
En su intervención ante el congreso, Turull ha hecho un balance de su gestión, destacando que el partido tiene 6.300 afiliados y 334 alcaldías, pero no gobierna en ninguna de las grandes capitales catalanas y de las cuatro diputaciones provinciales solo controla la de Girona.
Turull también ha lanzado duros ataques a Esquerra Republicana, acusándola de no haber sabido gestionar el poder que ha tenido en los últimos años.
El congreso de Junts se celebra en un momento en que el independentismo catalán se encuentra en una encrucijada. El partido busca renovar su liderazgo y su estrategia tras la marcha de Puigdemont y la crisis interna que ha vivido en los últimos meses.
La sucesión de Carles Puigdemont al frente de Junts per Catalunya es uno de los temas más destacados del congreso del partido que se celebra en Calella (Barcelona).
El expresidente de la Generalitat, que huyó a Bélgica en 2017 para evitar ser detenido por su implicación en el proceso independentista, ha decidido regresar al mando de la formación y será designado presidente del partido.
La decisión de Puigdemont ha sido recibida con satisfacción por una parte de la militancia de Junts, que considera que es el líder más adecuado para afrontar el futuro del partido.
Sin embargo, otros sectores del partido han expresado su preocupación por la vuelta de Puigdemont, ya que consideran que puede dividir al partido y alejarlo de sus objetivos.
El congreso de Junts también servirá para debatir el futuro del partido, que se encuentra en una encrucijada tras la marcha de Puigdemont y la crisis interna que ha vivido en los últimos meses.
El partido busca renovar su liderazgo y su estrategia, y el congreso será un momento clave para definir el rumbo que tomará Junts en los próximos años.
Según el periodista Marc Rovira, del diario El País, el congreso de Junts ha puesto de manifiesto la división interna que vive el partido, con una parte de la militancia que sigue apoyando a Borràs y otra que considera que Turull es el líder más adecuado para afrontar el futuro.
Según Rovira, el congreso también servirá para debatir el futuro del partido, que se encuentra en una encrucijada tras la marcha de Puigdemont y la crisis interna que ha vivido en los últimos meses.