La rápida y eficaz colaboración entre el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español, las fuerzas de seguridad argelinas y el Frente de Liberación del Azawad (FLA), una milicia tuareg que lucha por la separación del norte de Malí, ha posibilitado la liberación en tiempo récord del profesor de arqueología Joaquín Navarro Cañada, secuestrado el pasado 14 de enero en el sur del Sáhara.
Trabajo conjunto para la liberación
Según fuentes gubernamentales, los agentes del CNI actuaron con gran rapidez tras el secuestro, consiguiendo la colaboración del FLA, que anunció la liberación del ciudadano español en las proximidades de la localidad maliense de Tinzauatine.
La actuación conjunta de estas fuerzas evitó que Navarro Cañada cayera en manos del grupo yihadista Estado Islámico del Gran Sáhara (EIGS), lo que habría complicado y prolongado su cautiverio.
Agradecimiento y declaraciones de Navarro
En sus primeras declaraciones públicas, Navarro Cañada agradeció la acogida y seguridad brindadas por las autoridades argelinas, especialmente al presidente Tebune, aunque se excusó ante los periodistas por encontrarse aún bajo estado de shock.
"Os pido comprensión, sigo en estado de shock y necesito algunos días para poder recuperar la calma y la tranquilidad. En todo caso, os doy las gracias a todos. Me he sentido acogido y amado", expresó Navarro, acompañado por el embajador español en Argel, Fernando Morán.
Reconocimiento a la profesionalidad
El Ministerio de Defensa argelino destacó la eficacia y profesionalidad de sus servicios de seguridad en la lucha contra la delincuencia organizada, mientras que el presidente Tebune agradeció su labor durante el operativo de liberación.
El Ministerio español de Asuntos Exteriores confirmó la liberación del ciudadano español y destacó el trabajo activo de los servicios diplomáticos y de inteligencia españoles en colaboración con los de la zona.
Secuestro en Níger
A pesar de la exitosa liberación de Navarro Cañada, la ciudadana austriaca Eva Gretzmatcher, secuestrada el 12 de enero en la región de Agadez (Níger), próxima a la frontera argelina, continúa retenida.