¡Hito médico! Curan la diabetes tipo 1 en China con células madre

El avance médico ha logrado que una mujer de 25 años en China revierta su diabetes tipo 1 gracias a un innovador tratamiento con células madre. El procedimiento, llevado a cabo en la ciudad de Tianjing, ha permitido que su cuerpo produzca insulina de manera natural durante más de un año, liberándola de la dependencia de inyecciones diarias.

Técnica revolucionaria

El hito en la medicina fue posible gracias a una técnica revolucionaria que utiliza células extraídas del propio cuerpo de la paciente, las cuales se convierten en células madre personalizadas. A partir de estas células, se desarrollaron "islotes" frescos, que son grupos de células hormonales productoras de insulina. Estos islotes fueron trasplantados en la parte superior del abdomen, cerca del páncreas, permitiendo una regulación eficiente de los niveles de azúcar en la sangre.

Restauración de la producción de insulina

El páncreas es un órgano clave en la regulación del azúcar en la sangre, ya que produce insulina, la hormona responsable de controlar los niveles de glucosa en el organismo. Las personas con diabetes tipo 1 no pueden producir insulina de manera efectiva debido a una disfunción en su páncreas, lo que las obliga a recurrir a tratamientos externos como inyecciones de insulina para mantener su salud.

Sin embargo, gracias a este nuevo tratamiento con células madre, la paciente ha logrado restaurar su capacidad para producir insulina de manera autónoma. "Puedo comer azúcar ahora", dijo la joven tras el éxito de la intervención, lo que marca un cambio significativo en su vida diaria.

Mejora de métodos previos

Este tratamiento no solo representa una esperanza para quienes padecen diabetes tipo 1, sino que también mejora los métodos previos. En abril de 2023, un avance similar en Shanghái consistió en trasplantar células madre al hígado de un paciente, pero esto dificultaba la monitorización y la posible extracción de las células en caso de rechazo. En cambio, en este nuevo procedimiento, al colocar los islotes bajo el abdomen, los investigadores pudieron seguir su progreso de manera no invasiva mediante resonancias magnéticas (MRI), lo que ofreció una mayor precisión y control.

Elogios y cautela

La comunidad médica ha elogiado este avance como "sorprendente" y "maravilloso". El cirujano trasplantólogo Dr. James Shapiro, de la Universidad de Alberta en Canadá, comentó: "Han logrado revertir por completo la diabetes en la paciente, quien antes requería grandes cantidades de insulina". Sin embargo, otros expertos, como el endocrinólogo Dr. Jay Skyler de la Universidad de Miami, prefieren ser cautos. "Me gustaría ver si la paciente sigue produciendo insulina por sí misma durante al menos cinco años antes de considerar que su caso está completamente curado", señaló.

Desafíos y potencial

A pesar de estos resultados positivos, los científicos advierten que la técnica aún enfrenta retos importantes. Uno de los mayores desafíos es el costo, ya que la personalización del tratamiento lo hace difícil de escalar de manera accesible para el público en general.

El equipo detrás del estudio, compuesto por investigadores de la Universidad de Nankai y la Universidad de Pekín, sigue investigando para optimizar este procedimiento. Un aspecto que aún requiere más análisis es si otros pacientes podrían experimentar rechazo ante un trasplante similar, especialmente si no están tomando medicamentos inmunosupresores, como es el caso de la paciente que sufría una enfermedad hepática.

El potencial de este tratamiento es esperanzador. La paciente, después de 75 días de la operación, alcanzó una independencia sostenida de la insulina y, cuatro meses después del trasplante, el tiempo en que sus niveles de glucosa se mantenían en rangos saludables saltó de un 43,18 % a un impresionante 96,21 %. Desde entonces, se ha mantenido por encima del 98 %.

Paso importante en la lucha contra la diabetes tipo 1

Aunque algunos expertos mantienen reservas y llaman a la cautela hasta que se realicen más pruebas, este caso marca un paso importante en la lucha contra la diabetes tipo 1 y abre nuevas puertas para tratamientos personalizados y menos invasivos.