¿Quién debe pagar en una cita? El eterno debate continúa

En la era actual, donde las mujeres son cada vez más independientes financieramente, el tema de quién debe pagar en una cita sigue siendo un tema de debate. Una reciente publicación en TikTok ha generado una nueva perspectiva sobre este tema, argumentando que las mujeres deberían considerar los gastos de preparación como un factor para determinar quién paga.

Los gastos ocultos de prepararse para una cita

Nancy, creadora de contenido de Nueva York, compartió su experiencia en TikTok. Ella afirma que se niega a dividir la cuenta en las citas porque ya ha incurrido en gastos significativos para prepararse. Estos gastos incluyen:

Según Nancy, el costo total de prepararse para una cita asciende a $394.49. Ella argumenta que este gasto representa una inversión considerable de tiempo y dinero y que, por lo tanto, no debería tener que dividir la cuenta por igual.

Reacciones encontradas

La publicación de Nancy ha generado reacciones encontradas. Algunas personas apoyan su postura, argumentando que las mujeres no deberían sentirse obligadas a pagar en una cita, especialmente si han incurrido en gastos significativos para prepararse. Otros sostienen que los gastos de preparación no son un factor válido para determinar quién paga, y que las mujeres deberían ser tratadas como iguales en términos financieros.

Kimberly Murstein, coanfitriona del podcast "Excuse My Grandma", comentó que aunque se ofendería si un hombre no se ofreciera a pagar en una primera cita, no lo haría específicamente por los gastos de belleza. Amanda Frances, experta en empoderamiento financiero, se manifestó a favor de la idea de que el hombre debe cubrir la cuenta, pero enfatizó que el cuidado personal no debe hacerse exclusivamente para complacer a los hombres.

Conclusión

El debate sobre quién debe pagar en una cita continúa, y no hay una respuesta fácil. En última instancia, la decisión debe tomarse caso por caso, teniendo en cuenta factores como los ingresos, los gastos y las preferencias personales de ambas partes. Sin embargo, la perspectiva de Nancy ha abierto un nuevo capítulo en esta discusión, destacando los gastos ocultos que las mujeres suelen incurrir para prepararse para las citas.