Los guardianes peludos de Palacio Nacional
En el corazón de la Ciudad de México, en el imponente Palacio Nacional, residen unos inquilinos muy especiales: los gatos. Desde hace décadas, estos felinos han encontrado un hogar en los jardines y pasillos del palacio, convirtiéndose en parte integral de su historia y encanto.
Los activos fijos del gobierno
En el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, los gatos de Palacio Nacional alcanzaron fama y protección sin precedentes. El expresidente los declaró "activos fijos vivos", los primeros animales en México en recibir este título. Esta designación garantiza su cuidado y bienestar por parte del gobierno, incluso después de que López Obrador deje el cargo.
Un número incierto
Determinar el número exacto de gatos que habitan en Palacio Nacional es una tarea difícil. Algunos viven allí a tiempo completo, mientras que otros van y vienen. Se estima que hay alrededor de 16 gatos permanentes, pero el personal sospecha que pueden entrar más por un pequeño hueco en la puerta del palacio.
Cuidados y atención
Los gatos de Palacio Nacional reciben cuidados médicos regulares, incluyendo chequeos y esterilizaciones. También están microchipeados y tienen un protocolo de medicina preventiva establecido por el veterinario Jesús Arias. Gracias a estos cuidados, los gatos gozan de buena salud y longevidad, llegando algunos a vivir hasta 13 años.
Parte de la historia
Los gatos han sido parte de Palacio Nacional durante al menos 50 años. Su presencia añade un toque de calidez y encanto al recinto oficial. Los turistas los saludan con entusiasmo, y los trabajadores del palacio a menudo los miman con golosinas.
Mascotas presidenciales
Los gatos de Palacio Nacional han cautivado los corazones de los mexicanos y han llegado a ser conocidos como las "mascotas presidenciales". Su presencia constante en las conferencias matutinas de López Obrador les dio aún más visibilidad y cariño por parte del público.
Conclusión
Los gatos de Palacio Nacional son más que simples animales; son guardianes peludos de la historia y la cultura mexicana. Su cuidado y bienestar son una prioridad para el gobierno, y su presencia continúa deleitando a visitantes y trabajadores por igual. Estos gatos seguirán siendo parte integral de Palacio Nacional durante muchos años más, dejando su huella en la historia de este emblemático edificio.