Los argentinos modificaron su espacio personal tras la pandemia

Un estudio de la plataforma de idiomas Preply revela que los argentinos aumentaron su distancia interpersonal a 76 centímetros, ubicándose en el puesto 54 de 56 países analizados.

Antes y después de la pandemia

Desde el inicio de la pandemia por COVID-19, el concepto de distancia social se instaló profundamente en las relaciones humanas. Preply realizó un estudio titulado "¡Stop! No invadas mi espacio" que analiza las diferencias en la distancia social de los países antes y después de la pandemia.

El análisis concluyó que todos los países examinados, excepto China, incrementaron su demanda de espacio social. Brasil (92%), Austria (89%), Colombia (85%), Argelia (82%) y Argentina (43%) fueron los países con mayor aumento en la distancia interpersonal.

Argentina, entre los países con menor distancia personal

Según el sondeo, Austria es el país con la menor distancia de espacio personal (71 centímetros), mientras que Rumanía encabeza la lista con 139 centímetros. Argentina, por su parte, ocupa el puesto 54 con una distancia de 76 centímetros.

La comunicación no verbal y la cultura

Gran parte de la comunicación humana es no verbal: las expresiones faciales, los gestos y el lenguaje corporal influyen en la percepción de las palabras pronunciadas. Por ello, las convenciones sociales y culturales son cruciales para una comunicación efectiva.

El estudio de Preply destaca diferencias significativas en la distancia social estándar para la comunicación. La mayoría de las culturas están adaptando sus formas de comunicarse eficazmente a través del lenguaje corporal y los hábitos.

Sin embargo, Argentina tiene una larga historia de cercanía y contacto físico que resulta difícil de erradicar, incluso tras la pandemia.

El espacio interpersonal en diferentes culturas

Según el estudio internacional "Preferred Interpersonal Distances: A Global Comparison", publicado en la revista Journal of Cross-Cultural Psychology, Argentina lidera el ranking de países con menor distancia física al saludar o conversar con una persona, incluso un extraño.

La investigación también señala que las características individuales (edad y género) influyen en las preferencias de espacio interpersonal, así como las normas culturales.