La dirección de los Mossos d'Esquadra es un constante baile de sillas que preocupa a algunos mandos del cuerpo. El comisario Eduard Sallent, actual jefe de policía, asegura que "el cuerpo necesita estabilidad" y confía en mantenerse en el cargo, pero su gestión está siendo fuertemente cuestionada tras el fallido dispositivo de detención de Carles Puigdemont.

Un nuevo rumbo para los Mossos

El nuevo Govern de la Generalitat, liderado por Salvador Illa, tiene previsto impulsar cambios profundos en el seno de los Mossos d'Esquadra. El nombramiento de Núria Parlón como consejera de Interior y el de Josep Lluís Trapero como director general de la Policía son dos señales claras de que se quiere dar un nuevo rumbo al cuerpo.

Trapero, un mosso respetado y con experiencia, es visto como una posible solución a los problemas que atraviesan los Mossos. Sin embargo, su llegada al cargo también genera incertidumbre, ya que su convivencia con Sallent se antoja imposible.

Las diferencias entre ambos son profundas y van más allá de lo personal, impactando de lleno en la esfera profesional. Trapero es crítico con la dirección actual de los Mossos, que considera servil al poder político.

El fallido dispositivo de detención de Puigdemont es un ejemplo claro de las carencias de los Mossos. La falta de coordinación, la descoordinación entre los diferentes niveles de mando y la falta de una dirección clara han sido algunos de los errores que se han detectado.

Los sindicatos policiales han pedido el cese de Sallent, al que acusan de ser el responsable de la situación actual de los Mossos. Los mandos del cuerpo también están preocupados por el constante baile de jefes, que consideran desastroso para la estabilidad y el buen funcionamiento de la policía catalana.

La nueva etapa que se abre en los Mossos d'Esquadra es una incógnita. El nombramiento de Trapero como director general es un paso en la dirección correcta, pero aún queda mucho por hacer para recuperar la confianza de la ciudadanía y devolver a los Mossos el prestigio que tuvieron en el pasado.